Saúl Craviotto, Marcus Cooper Walz, Carlos Arévalo y Rodrigo Germade serán los tripulantes del K-4 500 que competirá en los Juegos de Tokio, según anunció la Federación Española de Piragüismo que continuó adelante con el proceso selectivo a pesar de las acusaciones de presuntos amaños o irregularidades. Según un comunicado hecho público por la RFEP, el técnico, Miguel García, considera que la tripulación elegida ofrece “más garantías de éxito de cara a los Juegos y apunta que en la misma figuran los mejores representantes de K1-200 metros”.

En el proceso de selección, la combinación formada por Saúl Craviotto, Marcus Cooper, Carlos Arévalo y Rodrigo Germade, continúa la RFEP en su nota de prensa, obtuvo un resultado claramente superior a las otras dos combinaciones, con “unos valores de número de paladas y frecuencia de palada muy similares, lo que indica una mejor eficiencia en sus paladas derivada, muy posiblemente, de una mejor compenetración y sincronización, elementos decisivos en el rendimiento de una embarcación de equipo”. La RFEP añadió que los deportistas no seleccionados, Cristian Toro y el zamorano Carlos Garrote, que se quedan fuera, seguirán (si así lo aceptan) con su preparación dentro de los objetivos del proyecto del K-4 para los JJOO, teniendo en cuenta la situación actual de pandemia así como cualquier otra eventualidad que necesitara un refuerzo inmediato del proyecto olímpico del K-4, lo que supone ser reservas.

El K-4 500, vigente subcampeón mundial, candidato a pelear por el título de campeón olímpico, está integrado por Saúl Craviotto, cuádruple medallista olímpico; Marcus Cooper Walz, campeón olímpico en K1 1.000 en Río; Carlos Arévalo, subcampeón mundial en K4 500, y Rodrigo Germade, diploma olímpico en K4 1.000 en Río. Craviotto, Walz, Arévalo y Germade, junto a Cristian Toro y Carlos Garrote, participaron en el polémico proceso selectivo del proyecto HSK4 500 y HSK1 200 para los Juegos de Tokio que finalizó el pasado 14 de marzo.

Los criterios de selección establecían que en el caso de que existiera una embarcación de K4-500 cuyo tiempo fuera mejor, por una diferencia igual o superior a 0,6” respecto a la segunda, y en dicha tripulación se encontrara el mejor K1-200, sería la que acudiría a los Juegos y el titular provisional del K1-200 será el ganador del selectivo de K1-200, en este caso Arévalo. “Teniendo en cuenta el grado de cumplimiento del mencionado criterio de selección por los resultados obtenidos en el proceso y recogidos en el informe, se da por finalizado el proceso, quedando sujeto a la evaluación final en la Copa del Mundo de Szeged como recogen los criterios establecidos”, concluyó el comunicado de la RFEP.

No obstante, el proceso estuvo, y sigue estando, empañado por la polémica y es que fueron varias las voces, entre ellas la de Garrote como principal afectado, las que hablaron de presuntas irregularidades en el proceso después de que uno de las combinaciones de palistas ofreciera unos registros mucho peores que el resto. A partir de ahí, se pidió que se abriera una investigación sobre lo sucedido pero, tras dos días de parón, la Española culminó los test con las ausencias de Garrote y Toro que no acudieron al presentar sendas bajas médicas. 

Ahora habrá que esperar si hay nuevos capítulos y es que hay abierto un proceso judicial por las acusaciones hacia Craviotto y el seleccionador.