El River Zamora BetanDeal Alefran logró una gran victoria en su vuelta a casa, en esta ocasión ya con público, aunque un aforo muy reducido de 25 personas. Y lo hacía en una semana muy complicada en la que los zamoranos no podían entrenar desde el lunes debido a la detección de un positivo por COVID que dejaba a todo el equipo sin poder entrenar durante la semana. Pese a ello, los zamoranos salieron decididos a que no se notara la semana sin entrenamientos y en los primeros compases dominaron el encuentro hasta el punto de que Velasco cogió un rechace tras una buena jugada de Rubén para hacer el primero. El conjunto local siguió intentándolo y llegó al ecuador de la primera mitad sin ningún susto pero cuando empezaron a flaquear algo las fuerzas, Coyanza se fue haciendo dominador y, primero a la salida de un saque de esquina, y después con una contra, le dio la vuelta al marcador antes del descanso. El segundo tiempo se inició con la misma dinámica, con los zamoranos mandando en busca del empate pero una gran cabalgada por banda del cuadro de Coyanza y un gol en propia puerta de Rosón pusieron el partido muy cuesta arriba.

Quemaron naves los zamoranos con portero jugador cuando restaban casi 15 minutos de partido y muy pronto encontraron premio con un tanto de Javi Cala. Sería entonces el momento del cadete Pablo Prieto, el portero zurdo de la cantera del River Zamora marcó el 3-4 de portero jugador y marcaba así su primer tanto en Tercera División, donde había debutado ya en un par de encuentros.

Coyanza aprovechaba uno de los pocos robos que pudieron hacerle a los zamoranos con el portero jugador para marcar un sensacional tanto pero de nuevo Pablo Prieto reducía diferencias con el juego de cinco con un zapatazo desde la frontal. Mantuvo el portero jugador el cuadro zamorano y David Rosón se resarcía del gol en propia puerta poniendo el 5-5 cuando restaban algo más de 4 minutos.

Apostó unos segundos por el juego de cuatro el cuadro zamorano y Manuel Ángel fue el artífice de culminar la remontada con una buena jugada individual. Le tocó entonces a los zamoranos defender el portero jugador y Pablo Prieto sacaba una mano a un tiro a bocajarro, con 10 segundos por jugarse, que permitía que el cuadro local se llevara tres puntos vitales y heroicos.