El seleccionador nacional de piragïsmo Miguel García y el palista Saúl Craviotto presentaron ayer una denuncia en el Juzgado de Instrucción número 2 de Avilés contra el palista zamorano Carlos Garrote tras la polémica desatada en las últimas semanas por los controles preolímpicos. Por su parte, el juez ha emitido un oficio por el que ordena el cese cautelar de la difusión del contenido de la grabación de la conversación mantenida el pasado 8 de marzo entre el seleccionador de piragüismo Miguel García y el cuádruple medallista olímpico Saúl Craviotto. El juez prohíbe la reproducción, distribución y comunicación pública total o parcial de ese contenido, así como su transcripción para evitar "ulteriores intromisiones ilegítimas en su derecho fundamental a la intimidad".

El juzgado señala que de la conversación se desprende la existencia de indicios racionales de la comisión de un posible delito de revelación de secretos ya que el denunciado habría utilizado su teléfono móvil para grabar una conversación ajena entre otras dos personas. También sostiene que "sin autorización" de ambos habría difundido dicha conversación y que existen indicios de ello puesto que, con la denuncia, "se aporta un recorte de prensa en el que el denunciado reconoce que había procedido a grabar la conversación".

García y Craviotto enviaron hace unos días a través de sus abogados un escrito a Garrote en el que rechazaban por "estricta falsedad" las "graves acusaciones" de manipular el selectivo nacional para definir el K4 500 que competirá en los Juegos Olímpico de Tokio y le advirtieron de la "grave violación" que implicaría la "supuesta grabación" de una conversación entre ambos. Tanto Carlos Garrote como Cristian Toro abandonaron la semana pasada la concentración del campo de regatas de Trasona (Asturias) "por baja médica".

El K4 en el que remó Garrote en los controles de Trasona

En Trasona se estaba desarrollando el proceso de selección entre las tres combinaciones integradas por los seis palistas que buscaban plaza en el K4 español: Saúl Craviotto, Marcus Cooper Walz, Carlos Arévalo y Rodrigo Germade; Craviotto, Cooper Walz, Arévalo y Cristian Toro; y Craviotto, Carlos Garrote, Arévalo y Toro. Días antes, el Club Fluvial de Lugo, al que pertenece Cristian Toro, había puesto en duda el proceso de selección del K1 200 y el K4 500 a través de una carta al presidente de la Federación Española de Piragüismo, Pedro Pablo Barrios, en la que se advertía de las importantes diferencias entre los resultados obtenidos en las pruebas por las distintas combinaciones. A este respecto, detallaba que los actuales subcampeones del mundo en la distancia fijaron la marca en 1:20.08, "lo que supone prácticamente 4 segundos de diferencia con respecto al K4 del día anterior y todo ello teniendo en cuenta que solo se había modificado el cuarto integrante de la embarcación".

Miguel García, seleccionador nacional de piragüismo.

Para el Fluvial de Lugo, "este detalle confirma las sospechas de que el K4 que compitió en el año 2019 en el Campeonato del Mundo de Hungría, y que en todo momento se opuso a cualquier proceso de selección en el que pudiesen estar otros integrantes que no fueran esos, tenía que ser el seleccionado".

Tras la baja médica de Garrote y Toro, Arévalo se impuso el domingo, en los dos test de K1 200 del selectivo nacional para definir el K4 500. Tras estas pruebas, la Federación Española de Piragüismo elaborará un informe que determinará los palistas que compondrán la tripulación en Tokio.