El palista zamorano Carlos Garrote no acudirá finalmente hoy a Trasona (Asturias), donde durante esta mañana continúa el proceso selectivo para definir el K4 500 nacional que competirá en los Juegos Olímpicos con la celebración de los test de K1 200. El motivo es que el piragüista se encuentra de baja médica por toda la polémica surgida esta semana en la que han salido a la luz presuntas irregularidades en los controles, con acusaciones directas al entrenador, Miguel García, y al campeón olímpico Saúl Craviotto. Tampoco acudirá Cristian Toro, por las mismas circunstancia

Los otros cuatro palistas que optan a las cuatro plazas del K4 500 seleccionable para Tokio -Saúl Craviotto, Marcus Cooper Walz, Carlos Arévalo y Rodrigo Germade- han confirmado (salvo sorpresa) a la Federación Española de Piragüismo su presencia en las pruebas en dos tiradas entre todos ellos, que tendrán lugar a las 9 horas para el primer test y a las 10:45 horas para el segundo; por la tarde habrá una nueva tirada si en la sesión matinal hay dos ganadores distintos.

Tras la celebración de los controles previstos para mañana, la Federación Española de Piragüismo elaborará un informe, y posteriormente comunicará la titularidad del K4, una de las opciones de medalla en Tokio. Los test se celebrarán a puerta cerrada en las instalaciones del campo de regatas de Trasona, en el municipio asturiano de Corvera.

Lo cierto es que ha sido una semana muy complicada en la que el nombre de Carlos Garrote ha sonado con fuerza como uno de los denunciantes, junto a Cristian Toro, de presuntos amaños en el proceso selectivo del equipo nacional, algo que desde la Federación han negado. En el día de ayer, además, el club Fluvial de Lugo, al que pertenece Cristian Toro hizo público un comunicado en el que solicitan, a tenor de los hechos denunciados en los últimos días, que el técnico Miguel García “supuestamente involucrado en el amaño, sea apartado del K-4 español, en tanto no se aclaren todas las informaciones”, algo que también pide sobre Saúl Craviotto.

Asimismo, desde el club lucense solicitan que se abra una investigación exhaustiva con el resto de integrantes “para esclarecer si hay algún deportista más implicado” y también que se suspendan temporalmente los controles de la Federación. En el mismo comunicado explican que estas medidas que exigen se basan en unos “audios que no hacen más que confirmar que se ha producido un amaño, siendo el máximo responsable de dichas actuaciones el deportista Saúl Craviotto, siendo conocer y colaborador del mismo el entrenador del equipo español, Miguel García”, según citan de forma textual.

Por otra parte, el profesor de la Universidad de Almería Fernando Alacid, autor de un estudio sobre los tiempos realizados en los controles de K4 de la Selección Española, puntualizó ayer que el informe “no da, ni quita la razón a nadie, sólo se analiza la evolución de la velocidad, frecuencia y longitud de ciclo de las tres embarcaciones. Tampoco se mencionan irregularidades, únicamente diferencias”, señaló a este periódico el profesor cuyo estudio ha sido incluido por Carlos Garrote en su dosier para denunciar presuntas irregularidades en el desarrollo de los controles del K4.