Un estudio de la Universidad de Almería sobre los controles realizados en el K4 nacional vendría a darle la razón a Carlos Garrote sobre las supuestas irregularidades que se arrojaron en las pruebas realizadas en el fin de semana pasado en Asturias. Este estudio transcendió ayer al mismo tiempo que se hizo pública la existencia de unas grabaciones de conversaciones entre los principales protagonistas de la polémica, en las que Carlos Garrote anuncia que recurriará a la justicia para defender su derecho a tener un proceso de selección para los Juegos Olímpicos justo al tiempo que reprocha a su entrenador que el proceso no está siendo justo. 

Estas noticias que vienen a complicar todavía más la polémica suscitada en las últimas semanas se producían este viernes al tiempo que la Federación Española de Piragüismo convocaba para el domingo 14, un selectivo de K1 200 metros dirigido a los seis palistas que optan a las cuatro plazas del K4 500 que competirá en los JJOO, con lo que se produce una nueva variación en el desarrollo del proceso de selección, tras la anulación de las primeras cuatro tandas del K4. Esta segunda tanda del K1 200 estaba prevista en las bases establecidas en un principio, pero tan sólo se había disputado la primera en la que, como es sabido, los mejores tiempos correspondieron a Arévalo y Craviotto.

Saúl Craviotto, Marcus Cooper Walz, Carlos Arévalo, Rodrigo Germade, Cristian Toro y Carlos Garrote están citados en el campo de regatas de Trasona (Asturias) a las 9 horas, para el primer test en una tirada entre todos ellos, y a las 10:45 horas para el segundo; por la tarde habrá una nueva prueba si hay dos ganadores distintos. Tras la celebración de los controles previstos para el domingo, la Federación Española de Piragüismo elaborará un informe, y posteriormente comunicará la titularidad del K4, una de las opciones de medalla en Tokio.

Además del acopio de datos recogidos durante toda la temporada, el proceso de selección para cubrir las plazas incluyó hasta el momento la celebración de las tres pruebas en K1 200 pero se anularon las otras tres series que estaban contempladas en las bases del control, y en K4 500, dos contrarreloj para cada una de las tres combinaciones posibles, de las que las tres primeras fueron anuladas y dos más quedaron sin disputarse debido a la baja médica de Toro y Garrote.

Carlos Garrote ha elaborado un informe en el que intenta demostrar que el proceso de selección no está siendo justo ya que, según el palista zamorano, “estos criterios no priman la excelencia de cada deportista, ya que es arbitraria y dependiente de otros palistas su propia selección, aunque dicho palista sea de K1, y realice unos tiempos destacados. Es decir, su selección no depende de la valía individual”, al tiempo que asegura que en las bases que el entrenador, Miguel García, le remitió no están completas ya que no se contempla la condición de que la Copa del Mundo será el control definitivo antes de los Juegos Olímpicos. 

Garrote explica que el entrenador Miguel García convocó a los seis palistas a una reunión el pasado día 8, al día siguiente de finalizar los controles del K1 200, reunión que ya había comenzado antes de la hora estipulada, cuando el zamorano llegó al lugar, y reconoce que “al llegar, con la puerta abierta percibiendo que en la conversación están aludiendo a su persona y a la del otro deportista Cristian Toro, al tratarse de hechos gravísimos Carlos Garrote de forma espontánea procedió a grabar dicha conversación desde el lugar en el que se encontraba”, una grabación que el zamorano adjunta en el informe que ha remitido a la Federación Española al que ha tenido acceso este periódico, en la que Garrote denuncia la falta de fiabilidad de los tiempos tomados. En el informe se adjunta también otra conversación entre Garrote y Miguel García en la que el palista reprocha al seleccionador que no se haya celebrado la segunda serie del K1 200 que finalmente se disputará este domingo, y le recrimina que no se le advirtiese que serían computables para la selección final los controles realizados sobre 400 metros en Sevilla.

Garrote adjunta en su informe de defensa el estudio realizado por Fernando Alacid Cárceles, profesor de la Universidad de Almería, en el que se demuestra científicamente la sorprendente diferencia de tiempos que arrojaron las dos primeras series del K4 respecto a la tercera que protagonizaron los actuales subcampeones del mundo.

 La Real Federación Española de Piragüismo (REFP) informó a última hora de este viernes que el seleccionador Miguel García y el cuádruple medallista olímpico Saúl Craviotto han enviado, a través de sus abogados, un escrito a Carlos Garrote en el que rechazan por "estricta falsedad" las acusaciones de manipular el selectivo y le advierten de la "grave violación" que implicaría la "supuesta grabación" de una conversación entre ambos. Según precisa la RFEP, García y Cravioto rechazan las "graves acusaciones" realizadas por Garrote "acusando a ambos por supuesta manipulación en las pruebas del selectivo para determinar el K4 500 que competirá en los JJOO. Además, le advierten de la 'grave violación' que implicaría la 'supuesta grabación' de una conversación entre el técnico y el palista".

"El entrenador Miguel García, responsable de la preparación de los palistas ganadores de cuatro medallas olímpicas en Río, Londres y Pekín, reitera su 'absoluta tranquilidad' sobre cualquier afirmación suya que pudiera formar parte del contenido de la supuesta grabación, y puntualiza que la 'extracción de cortes que puedan descontextualizar la conversación no variará la realidad'", añade la RFEP. Y la RFEP continúa: "En el requerimiento enviado a Garrote -uno de los seis palistas que aspiran a las 4 plazas para Tokio, junto a Craviotto, Walz, Arévalo, Germade y Toro-, los letrados apuntan que las manifestaciones son 'manifiestamente contrarias a la realidad y gravemente lesivas' para el derecho al honor del técnico y el palista".

Asimismo, la RFEP "ha comunicado a Garrote que se ha tenido noticia de que presuntamente habría llevado a cabo una grabación y posterior transcripción de una conversación telefónica privada mantenida entre Miguel García y Saúl Craviotto sobre las pruebas internas de selección". "De ser cierto, entrañaría una grave violación del derecho a la intimidad de nuestros clientes y concretamente a la inviolabilidad y secreto de sus comunicaciones, abundan los juristas", según la RFEP, "quienes advierten a Garrote de que 'la presunta grabación en cuestión y su transcripción tendrían, de existir, un origen manifiestamente ilícito al entrañar una intromisión ilegítima en las comunicaciones y un descubrimiento y revelación de secreto típicamente delictivo'".

"Por último, en nombre de sus representados, requieren, a Garrote a que se abstenga de revelar o difundir a terceros por cualquier medio de comunicación social el contenido de la presunta grabación ilícita, incluida su transcripción y de efectuar cualquier manifestación pública al respecto que pueda vulnerar los derechos fundamentales que amparan a Miguel García y Saúl Craviotto", concluye la federación.