El décimo octavo “clásico” que han disputado Zamora y Salamanca se saldó ayer con un empate que permite al conjunto rojiblanco dar un pasito más hacia ese ilusionante objetivo de disputar la fase de ascenso que ha dejado de ser un sueño y cada día resulta más tangible cuando ya sólo restan dos partidos por jugar en esta primera fase de la temporada. Hoy por hoy, y a falta de lo que haga el Racing de Ferrol en el aplazado contra el Coruxo, el Zamora dispone de tres puntos de margen para asegurar una de las tres primeras plazas, algo que podría producirse matemáticamente el próximo domingo en el Ruta de la Plata contra el Compostela.

Era evidente que el Salamanca no iba a ser un rival sencillo y no solo porque ocupase el penúltimo puesto de la clasificación, sino porque ya no es el equipo errático de la primera vuelta como dejó patente ante el Zamora al que tuvo contra las cuerdas durante varias fases del encuentro. El equipo de Movilla no pudo ayer tocar el balón a su antojo, sobre todo porque el nuevo sistema de dos pivotes defensivos que protagonizan Astray y Delmonte, complica bastante las cosas a la hora de asegurar la posesión, tarea en la que Ramos está muy sólo. Y el Zamora sufrió ayer sin la pelota frente a un rival que le buscó con mucho peligro por la banda donde Mese había sustituído a Parra en la primera parte pero que no le permitió mover el esférico como le gusta para acercarse a la portería contraria.

El partido se puso muy bien para el Zamora cuando, en el minuto 6, se produjo una brillante acción de Guille Perero que le cogía la espalda a la defensa salmantina para batir al portero a media salida en el que era el primer gol del encuentro. El Zamora había salido muy concentrado al campo y ya había avisado instantes antes Vallejo con otra jugada de ataque por la derecha que no encontró rematador.

Pero el Salamanca estaba dispuesto a demostrar que su delicada situación en la clasificación no se corresponde con su valía real como equipo y cuatro minutos más tarde forzaba un córner que aprovechó Javi Marcos, sólo en el segundo palo para empujar el balón al fondo de la red y establecer el empate en el marcador.

El equipo charro se convirtió en el dueño y señor del partido, y comenzó a prodigarse en acciones de ataque que no fructificaron en otro gol porque Mapisa, que no estuvo donde tenía que estar en el gol, si se mostraba ahora muy acertado en todas sus acciones. En el minuto 17 fue Chávez el que disparaba a la media vuelta y Camacho remataba bajo palos a bocajarro, pero el balón se estrellaba en el larguero cuando el Helmántico ya cantaba el gol.

El Zamora sufría la lesión de Coque que dejó su puesto a Dani H en el lateral izquierdo, pero el Salamanca atacaba por la izquierda aprovechando que Movilla había tenido que improvisar con Mese como lateral derecho por la lesión del titular Parra. Aún así, el Zamora fue capaz de contraatacar en una escapada de Perero que dio el pase de la muerte a Escudero para que disparase ligeramente desviado en una clarísima ocasión, justo antes de que el Salamanca probase de nuevo a Mapisa en dos disparos que el guardameta detuvo con enorme seguridad en dos brillantes intervenciones.

Ya en la recta final del primer tiempo, Molina tampoco aprovechó un balón muerto dentro del área porque el portero del Zamora volvía a estar bien colocado y muy seguro. Y la primera parte terminaba con una nueva incursión del Salamanca por la izquierda con un centro de Candelas que Chávez remató de cabeza pero el balón salió milagrosamente alto.

El partido fue mucho más feo durante la segunda parte en la que ambos equipos encontraron muchos más problemas para crear peligro aunque la actitud fue la misma y el Zamora siguió encontrando muchos problemas para asegurar la posesión del balón ante la intensa presión de su rival que le tenía muy estudiado. La mejor ocasión para los rojiblancos llegó en un centro de Dani H que peinó de cabeza Escudero, pero el portero Benítez atrapó el balón bien colocado.

Por su parte, el Salamanca también buscó el gol por las bandas y Piña tuvo que emplearse a fondo para sacar dos centros-chut de Arroyo y Navas que iban para dentro.

Mapisa se lesionó en una salida a la desesperada que casi le cuesta la segunda tarjeta amarilla y dejó su puesto a Jon Villanueva, y Movilla también sentó a Delmonte para dar entrada a Romero buscando mayor proyección hacia el ataque, en un primer movimiento, y poco después se la jugó con Sergio García y Abel Conejo, pero nada cambió ya porque no quedaba tiempo y el Salamanca demostró en los últimos minutos que necesitaba más la victoria, aunque no llegó a crear peligro real en la portería zamorana.

La jornada se cerró con la victoria del Deportivo que le mantiene vivo en ese objetivo de entrar en una de las plazas de fase de ascenso que tan caras están a falta de solo dos jornadas.