La Federación Española estuvo a punto este lunes de paralizar el proceso de selección de los palistas que representarán a España en los próximos Juegos Olímpicos de Tokio en el que está luchando por una plaza el zamorano Carlos Garrote. Los test programados se desarrollaron en el pasado fin de semana con un sorprendente resultado en lo que respecta al K4 que arrojó unos tiempos poco creibles entre palistas de un nivel muy parejo y la Federación decidió ayer anularlos.

Por su parte, el expresidente de la Española, Juan José Román, aseguró en declaraciones a Televisión Castilla y León-La8 Zamora: "Creo que ha habido amaño en el selectivo del K4... si yo fuera presidente, tomaría medidas drásticas". Román Mangas añadió que "han engañado a Toro y Garrote, no hay juego límpio" y continuó señalando que "esto tendrá recorrido hay una investigación y habrá sorpresas".

En la semana pasada se celebraron los primeros controles para decidir quién ocupará la plaza del K1 200, plaza que ganó en el último Mundial Carlos Garrote, y que finalmente fue adjudicada a Carlos Arévalo tras dominar las dos regatas disputadas en Trasona, con Craviotto en segunda posición. El viernes pasado se iniciaron los controles para decidir el K4 500, barco en el que la Federación ya había incluido como seguros a los dos primeros clasificados del K1. Así Arévalo y Craviotto remaron en los tres barcos diseñados por el entrenador Miguel García, mientras que Carlos Garrote, Cristian Toro y Rodrigo Germade se alternaron para cubrir las otras dos plazas de cada K4. 

Detrás de este proceso de selección late, sin embargo, la desconfianza de Garrote y Toro sobre la equidad de las pruebas que realiza la Federación Española. Resulta evidente que, con este sistema, Arévalo y Craviotto disponen, si quisieran, de las llaves para decidir qué barco es el más rápido y por tanto para elegir los compañeros de viaje a Tokio. 

Hay que resaltar el buen rendimiento que están ofreciendo durante esta temporada tanto Garrote como Toro ya que si el primero consiguió la victoria en doce de los quince controles de K4 que se realizaron previamente en Sevilla, el segundo fue primero en todos. Y ese era el punto de partida para afrontar las pruebas de Trasona en la semana pasada, pero bien es verdad que Arévalo y Craviotto fueron los mejores en el K1 200, por lo que deberán ser uno de ellos el que reme esta distancia en los Juegos Olímpicos. Pero cabría cuestionarse por qué, si en las bases de competición que aprobó la propia Federación se establecía que serían dos mangas con dos regatas cada una las pruebas a realizar, tan sólo se celebró una.

Tampoco parece lógico que se tomen los resultados de esta prueba sobre 200 metros para decidir la del K4 que se disputa sobre 500. Son dos distancias que exigen una preparación y unos piragüistas con unas características muy distintas , por lo que sería más lógico que se realizase antes un control sobre el K1 500, o sobre el K1 400 como se había propuesto, para comprobar qué palistas son los mejores para el K4.

Y con esta disfunción de salida, el pasado fin de semana se formaron tres barcos en los que se les dio todo el poder a Arévalo y Craviotto, independientemente de que ellos quieran ejercerlo o no. Además, a Marcos Cooper y Arévalo se les permite competir en dos embarcaciones, mientras Carlos Garrote y Toro tendrían que darlo todo en una sola oportunidad. En el programa de regatas -una por día- se dejó para el domingo el K4 mundialista de 2019, cuyos componentes entrenan desde hace tiempo juntos en Trasona e incluso tres de ellos viven en el mismo domicilio durante las concentraciones. Y ese K4 consigue el mejor tiempo de las tres jornadas, algo que entraba dentro de lo posible, pero con un tiempo inferior en más de tres segundos a los otros dos barcos. Tres segundos en una prueba de 500 metros es una ventaja abismal, injustificable en un grupo de palistas cuyas diferencias se miden en décimas de segundo. Tampoco parece demasiado científico comparar tres regatas realizadas en tres días con unas condiciones atmosféricas también diferentes.

Ese sorprendente tiempo del K4 mundialista parece ser el que ha hecho saltar las alarmas y el que estuvo ayer a punto de provocar la suspensión del proceso que tenía que continuar durante las tres próximas jornadas con las segundas series de cada uno de los tres K4. 

Ayer mismo, el palista zamorano mantuvo una reunión con el equipo técnico en la que se intentó buscar soluciones que puedan satisfacer a todas las partes implicadas. En un principio quedó paralizado el proceso de adjudicación de las plazas olímpicas pero finalmente se ha tomado la decisión de anular las tres primeras regatas del K4 y continuar desde hoy mismo con las otras tres, aunque no ha trascendido la razón de la anulación, ni qué novedades se incluirán en las restantes tres series.