El piragüismo está de vuelta y, por lo que se pudo comprobar ayer en Villardeciervos donde se llevó a cabo la trigésimo quinta edición del Campeonato de Castilla y León de Invierno en categorías sénior, Sub-23 y juvenil. Una cita que puso fin al largo periodo sin pruebas de este deporte en la provincia y en la que quedó claro que los diferentes palistas y clubes zamoranos estaban ansiosos por regresar.

La irrupción de la pandemia dio al traste con la campaña de 2020 y, quizá por ello, en esta ocasión se respiraba gran ilusión en Villardeciervos. Un paraje singular que acogió a más de un centenar de palistas dispuestos a recuperar el tiempo perdido y luchar por la primera victoria en mucho tiempo.

Bajo un estricto protocolo, que se llevó a rajatabla a lo largo de toda la jornada y fue respetado al máximo por todos los clubes y deportistas, el Regional ofreció una organización sobresaliente, siendo reseñable que todas las inscripciones cubiertas para este Regional fueron utilizadas sin que hubiera que lamentar ausencia o abandono alguno. Además, la competición transcurrió sin ningún incidente de relevancia, lo que termina por reafirmar que el piragüismo ha vuelto para quedarse.

En este regreso, los clubes zamoranos demostraron no haber perdido el tiempo y coparon los primeros puestos de una clasificación general en la que destacaron los podios de AD Zamora (segundo) y Ciudad de Zamora (tercero), si bien la victoria fue para CD Cisne.

En el capítulo individual, los zamoranos también sobresalieron y, en esta ocasión, hubo seis victorias locales firmadas por Spas Dimitrov, Marcos Antúnez, Víctor Blanco, Luis Álvarez, Laura Pedruelo y Sheila Santiago.