Era una tarea más que complicada, y no hubo opción a la sorpresa. El Quesos El Pastor cayó derrotado ante el Clarinos de Tenerife, en un encuentro muy complicado de las naranjas, que se presentaron en el encuentro con solo seis jugadoras y que aguantaron un parcial, lo que les duró la gasolina. Lo cierto es que el partido comenzó con dudas por parte de ambos planteles, que estuvieron erráticos bajo el aro hasta que todo empezó a fluir. Así se vivieron unos primeros diez minutos igualados en los que, aunque las tinerfeñas llevaban la iniciativa, el Zamarat igualaba de forma constante el tanteo. Con Vivians como máximo referente en el ataque, las naranjas no permitían a las locales alejarse y es que cuando se vieron 17-12 (min.7) apretaron el acelerador para, incluso, ponerse momentáneamente por delante en el marcador. Al final, la igualdad en pista se vio en el electrónico, con un 21-21 que dejaba claro que las de Fran García no habían llegado a pasearse.

En el arranque del segundo cuarto pareció repetirse el guion, pero el Quesos El Pastor fue acusando todo el desgaste y se “secó” en ataque. Eso permitió a las canarias empezar a despegarse en el marcador, aprovechando la falta de fuerzas de un equipo que juega en otra Liga. Las desventajas fueron creciendo y superaron la barrera de los diez puntos (39-29), pero quedaba más. A pesar de que Fran García intentaba mover el banquillo y dar oxígeno, el estar con solo seis jugadoras hizo ahogarse al equipo que llegó al descanso con el partido prácticamente sentenciado (50-33), y con un poder anotador muy bajo.

Nada cambió en el segundo tiempo. Al Zamarat le valía con salvar los muebles e intentar que la derrota fuera lo menos dolorosa posible. En el tercer cuarto trataron de ajustarse en defensa y, al menos, poner oposición a las de la Laguna que se veían cómodas en un pabellón que volvía a contar con público. Las dificultades eran cada vez mayores y el objetivo era acabar lo más dignamente posible.

70-46 se inició el último tramo del encuentro, y ya no había nada que hacer. El milagro era imposible y Clarinos era el único dueño del encuentro, aunque las chicas del Zamarat tiraban de dignidad. El Quesos El Pastor se había disuelto, consciente de que sus únicas opciones de milagro pasan por otras canchas.