El Caja Rural Amigos del Duero no pudo puntuar por consecutivo seguido al caer en feudo del UD Tres Cantos en un partido que acabó 0-1 fruto de un gol en el último minuo de partido y con regusto amargo para las jugadoras de Nacho Merino, que pudieron obtener mejor rédito en esta salida de haber gozado de algo de fortuna.

El choque entre ambas escuadras estuvo marcado por la tremenda igualdad y el equilibrio en el dominio de balón y las ocasiones. Eso sí, con las zamoranas siempre mostrando un punto más de ambición y cosechando oportunidades más claras que su rival. Primero, durante los 45 minutos iniciales, a balón parado; y, después del descanso, en jugadas a la espalda de la zaga local.

Pese a la dureza de las jugadoras del UD Tres Cantos y el arbitraje casero que influyó en jugadas determinantes para el desarrollo del envite, el Caja Rural nunca dejó de pelear por una victoria que acarició en varias ocasiones. La más clara, quizá, superada la hora de juego, en una rápida contra que iba a introducirse en la portería rival cuando una defensora local sacó el balón con ayuda del palo. Una acción en la que el cuero pareció cruzar por completo la línea de gol.

Tras esta ocasiones, el UD Tres Cantos incrementó su agresividad defensiva y logró disfrutar de varios acercamientos al área defendida por Sara. La portera estuvo muy atenta y no concedió más que diversos saques de esquina que no llegaron a ninguna parte. De hecho, era el Caja Rural el que parecía con más opciones para llevarse la contienda, ya que encaró a la meta rival en varias ocasiones tras fallos de la defensa de un cuadro local que respiró tranquilo al señalarse siempre fuera de juego.

Con 0-0 y pocos minutos para la conclusión, el Caja Rural comenzó a mostrar signos de debilidad. El esfuerzo en minutos anteriores comenzó a pesar y las locales se hicieron con el control del esférico y trataron de embotellar a las zamoranas en su área. El cuadro visitante parecía que no iba a pasar muchos apuros para detener a su rival pero, en dos acciones ya con el descuento bastante avanzado, llegó la tragedia. Primero, con una falta lejana que la zaga amarilla envió a córner salvando el balón sobre la línea y, después, con un saque de esquina que supuso el 1-0 tras un barullo en el área. Un gol muy protestado por Nacho Merino y sus jugadoras, ya que la juez de línea había levantado su bandera con anterioridad pero acató las órdenes del árbitro principal para dar validez al tanto.

Ya sin tiempo, al Caja Rural no le quedó otra que resignarse y asumir una derrota que fue bastante injusta visto los méritos de unas y otras sobre el campo. Un tropiezo que corta de raíz la alegría que produjo la victoria ante San Pío X.