Marcos Abad ha decidido colgar la pala, al menos en lo que se refiere a la alta competición. Lo hace decepcionado y dolido por la situación que asegura se vive en el equipo nacional donde las oportunidades para él son “nulas”, tal y como están establecidos los criterios, y motivado también por la falta de ingresos económicos.

El palista villaralbino ha sido una de las “perlas” que ha dado el piragüismo zamorano en los últimos tiempos, y muestra de ello es que lleva mucho tiempo en los Centros de Alto Rendimiento de la Federación Española, primero en Madrid y en los últimos meses en Asturias, donde compartía concentración permanente con su hermano, Daniel Abad, y con pesos pesados del piragüismo español como son Saúl Craviotto, Marcus Cooper, Cristian Toro o Carlos Arévalo, entre otros. Sin embargo, el palista asegura que se veía con “cero posibilidades de acudir a los Juegos Olímpicos de Tokio (gran cita de 2021) porque en el piragüismo en vez de ir los mejores, van los que quieren algunos”, y ese es el problema. Así, el deportista villaralbino explica que ha estado viviendo jornadas de ocho horas de entrenamiento y “mis únicas opciones eran acudir a competiciones menores y sin remuneración económica” que es otro de los problemas que viven muchos de los integrantes del equipo nacional.

En declaraciones a LA OPINION-EL CORREO DE ZAMORA Marcos Abad relata cómo era su vida en el CRA de Asturias donde “te dan habitación y comida, pero en mi caso, al no tener beca, nada más, y a mis 25 años ya necesito tener unos ingresos. No tenía ni para el mantener el coche”, otro aspecto que ha motivado su vuelta a la provincia donde ahora mismo se encuentra como monitor del Fluvial de Villaralbo y con un trabajo externo.

No es la primera vez que se levantan críticas sobre cómo están establecidos los controles internos de la Federación para acudir a las pruebas internaciones, sobre todo a los JJOO, y ahora Abad vuelve a levantar la voz asegurando que en algunos casos “también hay una rivalidad tóxica” entre los palistas. “A mí no me han dado opciones. Me sentía con capacidad, pero no me dan la oportunidad porque algunas competiciones están reservadas para ciertos deportistas. Yo solo he intentado luchar por mis resultados”, añadió el piragüista que tiene un amplio palmarés y ha demostrado, con resultados, su capacidad sobre la piragua. “Antes de la pandemia se iba a celebrar un selectivo, pero solo iban cinco”, indicó el zamorano quien recalcó que ha sido “duro”. Ahora, ligado al piragüismo con los más jóvenes, vuelve a disfrutar de un deporte que ha sido (y es) su pasión, pero en el que ha sufrido la cara más amarga. De hecho, y a pesar de que habrá cambios próximamente en los equipos directivos al celebrarse elecciones a la Presidencia, cree que nada va a cambiar, aunque está convencido de que el presidente, el zamorano Juan José Román Mangas, no conoce a fondo lo que sucede en cada Centro de Alto Rendimiento.