Fran García analizó la actuación de su equipo diciendo que “nos pasa factura el contar solo con ocho jugadoras. Aguantamos más o menos bien hasta el descanso pero luego, en el tercer cuarto, ellas subieron el nivel defensivo y no estuvimos a la altura ni en intensidad ni en físico. Rompieron el partido y a partir de ahí ya no hubo más que hacer”.

El entrenador del Quesos El Pastor reconoció que el Movistar de la segunda parte fue el que se esperaba: “Después del descanso fue el equipo que esperaba con defensa intensa y jugando duro”.

Ayer el Quesos El Pastor se mostró bastante espeso en su actuación: “Cuando traes jugadoras nuevas, y Victoria lleva solo dos entrenamientos y estaba perdida en muchas cosas. Eso sumado a la intensidad defensiva del otro equipo que te saca un poco de tus casillas, pues hubo momentos en los que estuvimos bastante perdidas”.

Sin embargo, Fran García no negó que fuera posible haber ganado este partido: “Imposible no era, pero es un rival difícil. Hasta el descanso llevamos el partido más o menos a donde queríamos pero claro, luego al final, ellas con diez o doce jugadoras que tienen y que llevan juntas desde septiembre, pues es un rival muy complicado y por la forma que tienen de jugar, incluso más para nosotros”.

Respecto al próximo partido contra IDK Euskotren, Fran García se muestra esperanzado: “Hay que salir a intentar ganarlo como cada uno que llevamos. Sería fundamental ganarlo porque, sinceramente, yo le tengo más fe que le tenía a este frente a Estudiantes por las formas de jugar de los dos equipos. Vamos a prepararlo bien e intentar sacarlo adelante”.

Respecto a la lesión de Amy Okonkwo, el técnico asturiano se mostró esperanzado en que pueda jugar el próximo sábado. Ya camina, le duele un poco, “pero con fisioterapia y tratamientos, esperemos que pueda llegar a jugar el sábado”, dijo.

Alberto Ortego, entrenador del Movistar Estudiantes valoró positivamente el partido realizado por su equipo en el gélido pabellón Angel Nieto: “Fueron dos partes muy diferenciadas, en la primera, nosotros teníamos que entrar en ritmo porque veníamos de no jugar en 23 días con dos partidos aplazados y nos ha costado recuperar sensaciones; pero ya en la segunda parte, hemos cambiado alguna cosita, hemos salido con un pasito más en defensa, hemos buscado más intensidad y lo ha agradecido nuestra defensa. Eso ha permitido que pudiéramos correr, sacar canastas fáciles, sacar muchos puntos en contraataque que es lo que ha motivado ese parcial de 7-26 en el tercer cuarto”.

Ortego reconoce que el Zamarat vive malos momentos en el plano sicológico: “Nosotros lo vivimos hace tres años cuando solo ganamos dos partidos en toda la Liga y me ha recordado un poco a aquel tiempo aunque no con esto estoy diciendo que vaya a tener el mismo final. Pero estos equipos sufren mucho y cuando reciben un parcial en contra, no tienen esa capacidad de reacción que podamos tener otros que estamos en otra situación, sobre todo anímicamente. Quedan muchos partidos pero la parte de abajo está apretada y la salvación está todavía a una o dos victorias”, señaló el técnico madrileño.