El Zamora CF se ganó con todo merecimiento la clasificación para la segunda ronda de la Copa del Rey tras eliminar a una SD Logroñés que no tuvo opciones a lo largo de los 90 minutos y tan sólo en el tiempo de descuento se encontró con el gol que hizo justicia a su buena imagen pero no a las escasas oportunidades de que dispuso a lo largo del encuentro.
Por el contra, el Zamora estuvo al nivel que era de esperar y se mostró como un equipo muy sólido y coordinado atrás, con capacidad para crear juego desde el centro del campo y con una gran verticalidad por las bandas, aunque, como le suele pasar, su principal laguna estuvo en el remate.
De hecho, David Movilla casi se vuelve loco para encontrar al delantero centro que le convenciese ayer: lo intentó primero con Escudero al que decidió cambiar por Valentín a la media hora de juego, y ya en el minuto 75, con el partido prácticamente sentenciado, probó con un Adri Herrera que tuvo una ocasión nada más saltar al campo pero la falló estrepitosamente.
Era el Logroñés un buen rival para que los jugadores menos habituales se reivindicasen ayer en el Ruta de la Plata y lo cierto es que ninguno de ellos despejó las dudas que han despertado en la afición en lo que va de Liga. Por contra, esta eliminatoria copera ha servido para reforzar el rendimiento del “equipo titular” en el resto de las líneas, pensando en que el próximo rival en la Liga será el mismísimo Deportivo de La Coruña el día 10, un rival de Primera, como lo es también el Villarreal que visitará el Ruta de la Plata cinco días antes.
Sorprendió Movilla dando la titularidad a Mapisa en la portería, y el guardameta respondió a la confianza que puso en él el técnico, solventando con eficacia y serenidad las escasas ocasiones en las que se vio obligado a intervenir, algo que habla también de la debilidad ofensiva de la SD Logroñés.
Ya desde los primeros minutos pudo comprobarse que el Zamora había elegido la banda derecha para hacerle daño a su rival. Y lo conseguía con relativa facilidad con las cabalgadas de Guille Perero, y los buenos balones que colocaba en el segundo palo Vallejo.
La SD Logroñés se mostraba como un equipo bien plantado en el campo, con una defensa seria y con las cosas muy claras a la hora de esperar a recuperar el balón para montar con velocidad el contragolpe. Y dio un par de avisos en la primera hora, pero se quedaron en eso, en meros avisos, sin peligro real para la portería zamorana.
Por contra, el Zamora llegaba y llegaba en reiteradas ocasiones y el gol se presentía en cualquier momento, pero ni Dani Hernández, ni Carlos Ramos desde lejos, ni en las jugadas a balón parado quería moverse el marcador.
En uno de esos acosos del Zamora, Dani Hernández se preparó para ejecutar una chilena y en su salto fue derribado por el defensa Miguel Ledo. El árbitro extremeño Sergio del Río, que estaba muy cerca, no dudó y señaló el punto de penalti. Hernández fue el encargado de ejecutar la pena máxima y no le tembló el pulso para marcar el 1-0 que comenzaba a hacer justicia a los méritos de ambos rivales.
La superioridad del Zamora CF estaba resultando más que evidente y Movilla quería sacarle más partido. Para ello decidió sentar a Escudero al que había abroncado desde la banda en un par de ocasiones, y puso en la punta a Valentín, pero el salmantino tampoco aportó mucho más remate al equipo. Pese a todo, el Zamora siguió creando peligro y ocasiones claras, como aquella en la que se producían hasta tres remates a bocajarro seguidos, pero el balón no quería entrar en la portería.
Albert Aguilá, entrenador riojano, buscó más juego por la izquierda dando entrada tras el descanso a Javier Pascual. Además Diego Lacruz creaba una buena ocasión en el minuto 50 pero su disparo lo detuvo sin problemas Mapisa.
Ni se inmutaron los rojiblancos que siguieron a lo suyo pese a que la SD Logroñés cambió a una defensa de “cinco” y en una jugada coral como otras muchas que no habían dado fruto, llegó el segundo gol con un primer disparo de Valentín que rechazó el poste, pero Vallejo, muy atento a la segunda jugada, recogió el balón en la frontal de la portería riojana para marcar aprovechando que el portero Navarro se había descolocado.
Aguila quemó las naves realizando un triple cambio en el minuto 65 pero el Logroñés no tenía capacidad de reacción. Por su parte, Movilla volvía a sentar a Valentín para que Adri Herrera demostrase su condición de goleador, y también decidía dar minutos a uno de los jugadores llegados esta temporada al que menos hemos visto en acción, Omar Monterde.
Herrera se quedó solo en la punta e intantes después de saltar al campo recibió un buen centro de Perero que remató de cabeza pero no acertó con la portería. Mientras, Monterde se incorporó en el puesto de interior izquierdo y tuvo un par de acciones en las que se incorporó al remate y a punto estuvo de marcar en uno de ellos.
El partido estaba acabado y parecía más cercano el tercer gol rojiblanco que el primero del Logroñés, pero ocurrió lo menos probable. Imanol Etxeberría se encontró con un rechace dentro del área del Zamora y colocó el balón lejos del alcance de Mapisa para marcar el gol del honor del equipo visitante cuando el partido discurría ya por el tiempo de prolongación. Y ya no hubo tiempo para más porque el árbitro no añadió ni un segundo más a los tres minutos que había decretado de tiempo extra.
El Zamora CF recibía así el merecido premio a un buen partido que, sin duda, servirá para afrontar con mucha confianza el complicado compromiso contra el Deportivo el próximo día 10 de enero en el Ruta de la Plata en la reanudación de la Liga del Subgrupo 1A. Pero antes, el sorteo ya realizado decidió que el rival en la segunda ronda de la Copa del Rey sea el Villarreal de Unai Emery que jugará en el estadio del barrio de El Sepulcro cinco días antes como merecido premio al gran partido realizado ayer por el Zamora.
