Un once del Zamora para esta tardeEl año está a punto de finalizar y en el Zamora CF quieren poner el broche de oro perfecto a un 2020 que a nivel deportivo ha sido muy positivo para el club. La mejor forma de acabar el año es clara, y será ganando a la SD Logroñés en el partido de primera ronda de Copa del Rey, una competición siempre ilusionante y en la que el equipo tiene puestos los cinco sentidos. El aplazamiento inicial de esta eliminatoria por la aparición de un caso de COVID-19 en el cuadro rival ha permitido a los de Movilla preparar con más tiempo este encuentro que comenzará a las siete de la tarde en el Ruta de la Plata y, como es habitual, entre estrictas medidas sanitarias. El objetivo, no obstante, no será fácil y es que los riojanos se han desvelado como un equipo complicado que se sitúa ahora mismo cuarto en su grupo de Segunda B y que por ahora no ha encajado ninguna derrota, aunque acumula, eso sí, cuatro empates.

El entrenador del Zamora puso en valor a su rival que, además, solo ha recibido dos goles hasta el momento, lo que da muestra de su fortaleza defensiva. Así las cosas, en el equipo rojiblanco deberán emplearse a fondo y sacar a relucir todo su potencial, un reto apasionante para un equipo que también ha tenido un brillante comienzo de competición regular, que le sitúa quinto en la tabla. “Afrontamos este partido como un reto por ser los primeros en ganarles, por ser los primeros en hacerles un gol en jugada, y sobre todo, por ser el primer equipo que les haga hincar la rodilla para poder estar en la siguiente ronda”, indicó el míster en la rueda de prensa previa al choque.

Así las cosas, se prevé un buen encuentro entre dos equipos parejos y que huyen de la vitola de favoritos, pero en el que David Movilla espera “al mejor Logroñés” y es que insistió en que el hecho de haber estado en cuarentena no les va a afectar a corto medio plazo. Lo que sí tiene claro el entrenador es que nadie en el vestuario está pensando en el Villarreal, que será el próximo rival del que se imponga en esta eliminatoria, a pesar de las voces que puedan llegar de fuera, algo que, asegura, ya conoce de “esta ciudad”. “Si hay alguien que está pensando en eso es de fuera del vestuario. A mí lo que me preocupa es lo que piensa y lo que sienten mis futbolistas, y estoy convencido de que están tremendamente conectados con lo que nos ocupa y no con los que nos preocupa. Nos vamos al pasado y al presente continuamente y nos preocupamos o nos angustiamos por este tipo de cosas, pero tratamos de estar focalizados en el aquí y en el ahora y todo lo que no sea el partido nos debilita”, indicó.

En este sentido, volvió a insistir en que en el equipo y cuerpo técnico ponen toda la atención en aquello que “nos potencia y tratamos de alejarnos de todo lo que nos limita, y no cabe duda de que ese es un aspecto que podría limitarnos. Aparte ya conozco este entorno, llevo aquí más de dos años, y sé perfectamente en qué energía vibra esta ciudad, para lo bueno y para lo malo, y de aquello que es positivo tratamos de suministrarnos y ayudarnos de ello, y de aquello que no es tan positivo tratamos de aislarnos”.

En cuanto al equipo que pondrá hoy en juego el vasco, todo son incógnitas, sobre todo porque el entrenador no dio pistas sobre el estado físico de sus jugadores porque no quiso dar información al rival. No habrá sorpresas en portería, con Villanueva, y en defensa se prevé la presencia de Parra, Piña y Adrián Crespo, mientras que las dudas son si Coque, habitual lateral izquierdo llega al partido o si se ubicará a Mese en esta demarcación. También, salvo sorpresa, se aguarda la presencia de Juanan, como enganche, y línea de tres, probablemente, con Vallejo, Carlos Ramos y Dani Hernández. Como pareja más adelantada, también dependerá del estado de Sergio García, que arrastra una lesión muscular de la que el club no ha querido dar detalles, y es posible que el zamorano no pueda entrar en convocatoria. De este modo, una posibilidad sería la de Escudero con Jacobo o Valentín.

Todo se conocerá poco antes de un encuentro que puede ser el mejor fin de fiesta en un año histórico para el Zamora CF en el que consiguió su gran objetivo: el ascenso a Segunda B.