El Virgen de la Concha Caja Rural se impuso en un encuentro de luces y sombras. un partido en el que, tras cuajar un gran segundo cuarto , dilapidó su renta en el tercero.

Caja Rural Zamora visitaba Valladolid con la esperanza de sumar un nuevo triunfo que pusiese fin a su mala racha de cuatro derrotas consecutivas. Una victoria que, además, le daría algo de aire en la tabla al enfrentarse a su mas directo rival por eludir los últimos puestos. Y empezaron bien las cosas en el Polideportivo Pisuerga. Los zamoranos trataban de imprimir mucha intensidad en su juego y los primeros minutos resultaron muy igualados (7-7). Poco a poco, sin embargo, la intensidad defensiva de los locales aumentó y los visitantes empezaron a perder demasiados balones, lo que aprovechaban los locales para firmar un parcial de 5-0 que colocaba el 12-7 en el luminoso. Pero los zamoranos corrigieron alguno de sus errores, apretaron los dientes en defensa y dejaron a su rival mas de tres minutos sin anotar. Un excelente trabajo defensivo que, sin embargo, apenas permitió a Caja Rural Zamora recortar un en cuatro las diferencias (12-11).

De ahí al final del cuarto el juego se igualó pero los zamoranos no consiguieron dar la vuelta al marcador (18-15).

Las defensas se impusieron claramente a los ataques en el inicio del segundo cuarto, algo que benefició al equipo zamorano, que supo salir mejor al contragolpe y consiguió, a los cuatro minutos, equilibrar el marcador (20-20). La igualdad duró hasta la mitad de este segundo cuarto. A partir de ahí Caja Rural Zamora dio un paso al frente. creciendo desde la defensa, los visitantes consiguieron afinar también su puntería y, con el rival completamente maniatado, firmaron un parcial de 1-13 (23-35, minuto 19). Una canasta de D. Hernández rompía la sequía local y dejaba las diferencias en 10 puntos al descanso.

La dinámica del partido daba un nuevo giro en el inicio del tercer cuarto. Los locales cambiaban de táctica defensiva y buscaban el lanzamiento exterior para zafarse de la presión de los zamoranos. Tardó unos tres minutos en surtir efecto el nuevo plan ideado por el técnico de UEMC Real Valladolid Baloncesto, pero lo cierto era que a Zamora le costaba mucho mas llegar hasta el aro contrario. Eso, y tres triples consecutivos de los locales reducían las diferencias a solo 3 puntos a falta de cinco minutos para el final del cuarto (38-41).

Los zamoranos estaban completamente ahogados y no veían aro desde el minuto 22. Y la agonía aún se alargó un minuto mas, hasta el 26, permitiendo a los locales reducir diferencias hasta la mínima expresión (40-41). Kasse ponía fin a la travesía por el desierto de los zamoranos, pero no podía evitar que Valladolid acabase igualando el luminoso a falta de 40 segundos para el final del tercer cuarto (45-45).

Ya en el cuarto decisivo, un triple de Robles daba aire a los visitantes, que recuperaban cierto control del encuentro. Cierto es que Zamora no se movía con la comodidad con que lo había hecho en el segundo cuarto, pero conseguía frenar a su rival y empezaba a ver aro de nuevo (47-52, minuto 33). Pero Valladolid volvía a colocarse en zona y a generar problemas al ataque visitante. Las canastas llegaban con cuenta gotas, pero en la segunda mitad del cuarto Robles protagonizaba un nuevo arreón de los zamoranos, que a dos minutos de la conclusión ganaban de siete puntos (53-61). Un arreón que fue ya decisivo ante un Valadolid que ya no encontró recursos para intentar la reacción.