El líder del Grupo B, Balonmano Torrelavega, impuso la lógica en el regreso de la afición pistacho al Ángel Nieto al ganar por un cómodo 19-30 a un Zamora Rutas del Vino cuya actuación no desmereció teniendo en cuenta las diferencias existentes entre los componentes y objetivos de ambas plantillas.

Como un huracán, impulsado por la fuerza que volver a reencontrarse con sus aficionados en el Ángel Nieto, el Zamora Rutas del Vino abrió la contienda arrasando al líder. En apenas cuatro minutos, los zamoranos se colocaban por delante en el marcador con un parcial de 4-0 que hacía soñar con el triunfo frente al BM Torrelavega. Pero esos buenos primeros minutos de gran efectividad, con Mendieta brillando bajo palos y Raúl Maide y Aravena dirigiendo con soltura y anotando con facilidad no tuvieron continuidad a lo largo de los siguientes compases.

La formación de Alex Mozas despertó a tiempo y, ajustando su línea defensiva, comenzó a recortar poco a poco la distancia. Entre las paradas de Araújo y el palo, la productividad pistacho quedó en cero y los visitantes aprovecharon para igualar el choque con su central destacando por encima de todos los hombres en pista

El público reaccionó y aplaudió buscando dar aliento a los suyos para retomar el nivel de los minutos iniciales. Sin embargo, el parcial se fue fue hasta un 0-6 antes de que Jaime encontrara su primer gol desde los nueve metros. Un tanto que, sin querer, abría un nuevo escenario. Uno en el que las actuaciones de Mendieta y Araújo pasaron a acumular protagonistmo, dando lugar a varios minutos de pocos goles. Un periodo que se alargó casi hasta la recta final del primer acto en el que el BM Torrelavega volvió a estirar diferencias con otro amplio parcial que forzó a Margareto a detener el duelo (7-10, m. 20).

En los compases finales se pudo observar el potencial del BM Torrelavega y las razones que le sitúan como favorito al ascenso. Su rotación apenas hace disminuir el nivel de su siete en pista y le permite evitar caer en un rendimiento irregular. Por ello, con Lombilla o Colunga tomando las rienda del envite, el Zamora Rutas del VIno fue incapaz de revertir la situación antes del descanso. Un asueto que alcanzó seis goles por debajo en el marcador.

Con nuevos bríos y las ideas mucho más claras a la hora de atacar la férrea defensa rival, el Zamora Rutas del Vino regresó a pista dispuesto a plantar batalla al líder y a pelear hasta el último aliento por la victoria. Así, el comienzo de la segunda mitad resultó vibrante. Un intercambio de goles que no alteró la renta cosechada por el líder pero que metió al público en el partido, jaleando cada parada de Mendieta o cada gol logrado por Aravena, Cubillas o Maide.

El esfuerzo realizado no tardó mucho en pasar factura al conjunto de Margareto, aplicado en defensa pero algo más lento a la hora de buscar el marco rival. Aun así, Mendieta se las apañaba para que la brecha en el tanteo no creciera y los zamoranos tuvieran en la exclusión del visitante Martínez una oportunidad para volver al partido. Una superioridad de la que, sin embargo, no sacó provecho (13-20, m. 43).

Margareto detuvo entonces el partido y puso a su equipo a jugar sin portero, en busca de mayor fluidez ofensiva. Aunque, el movimiento, apenas duró una jugada pues tanto locales como visitantes sufrieron una exclusión en los siguientes minutos que obligó a reajustar escquemas sin que afectaara a la diferencia que reflejaba el luminoso (15-22, m. 48). Y es que, los pistacho habían equilibrado el envite ante un BM Torrelavega que había bajado notablemente su ritmo goleador.

Los últimos diez minutos transcurrieron bajo los parámetros ya establecidos. BM Torrelavega medía sus esfuerzos sin ceder un milímetro en el control del partido y Zamora Rutas del Vino se afanaba en buscar las cosquillas a una defensa superior físicamente en la que encontró pocos huecos. Un pulso equilibrado que solo se rompió en favor de los visitantes cuando el bloque pistacho fue sancionado con una doble inferioridad en la que la formación cántabro firmó un parcial de 0-3 (17-26, m. 55). Un golpe que obligó a los pistacho a tirar la toalla, culminando el encuentro con un marcador (19-30) bastante más lejano a lo visto sobre la pista donde durante muchos minutos la evidente superioridad visitante encontró resistencia en un Zamora Rutas del Vino muy combativo.