El Zamora CF sumó ayer un punto en el estadio Vero Boquete al firmar un empate sin goles ante el SD Compostela en un partido intenso, equilibrado y muy abierto en el que hubo ocasiones de gol suficientes para romper el 0-0. Oportunidades que, para los rojiblancos, se desarrollaron en su mayoría durante una segunda mitad en la que los visitantes cedieron el control del envite.

La mala noticia del encuentro fue la lesión de Sergio García, en la primera mitad, y la de Coque, en los minutos finales. Sus dolencias hacen caro un punto valioso que permite al conjunto de David Movilla terminar la liga en este 2020 mirando hacia arriba en la tabla.

Un punto que sabe a poco

El Vero Boquete de San Lázaro acogía a dos equipos recién ascendidos que están dando mucha guerra en la categoría de bronce el fútbol español. Dos conjuntos con idénticos sistema pero con distinta distribución de las piezas sobre el terreno de juego. Los de Yago Iglesias apostaban por dos mediocentros y dos jugadores de banda, y los zamoranos con el clásico rombo del técnico David Movilla.

El encuentro comenzó sin un claro dominador y un disparo lejano de Sergio García que se fue bastante desviado.

Poco a poco los santiagueses fueron adueñándose del partido y generando las primeras acciones de peligro mediante saques de esquina que el Zamora logró solventar con buenos despejes.

En el minuto 10 de juego llegó el primer gran susto del partido para los de David Movilla con un tanto anulado a Primo por fuera de juego. El delantero remató solo en el segundo palo, pero el gol no subió al marcador pues estaba claramente adelantado.

La siguiente casión del duelo llegó en el minuto 20 con una jugada por banda del lateral local Saro que culminó de nuevo Primo con un disparo que se marchó por encima de la portería de Villanueva. La réplica zamorana llegó tan solo un minuto después con un pase profundo de Dani Hernández para Sergio García que no fue capaz de definir bien ante el meta Pato Guillén. Quizá porque, en su carrera, el delantero sintió una dolencia física que le impidió rematar con claridad entre los dos centrales que le perseguían. Un problema físico que le obligó a ser sustituido poco después, en el minuto 25, por Escudero, dejando al Zamora CF sin uno de sus jugadores referencia en ataque.

Un punto que sabe a poco

Los de Yago Iglesias volvieron a avisar en el 29´, de nuevo con una jugada por la banda de Saro que puso un centro envenenando, un balón que topó en un defensor visitante y envió el esférico a besar el poste.

A esta cercana ocasión de gol respondió el Zamora CF con un ataque de Escudero que el colegiado del encuentro detuvo al señalar un fuera de juego inexistente cuando el delantero ya encaraba a Pato Guillén.

Sin tiempo para más, se llegó al final de una primera mitad muy equilibrada en el Vero Boquete de San Lázaro.

La segunda mitad comenzó con un ritmo frenético. Escudero pudo adelantar al Zamora muy pronto pero no llegó a rematar dentro del área el envío de Valentín, una incursión cuyo pase sacó no sin complicaciones la zaga santiaguesa.

La primera ocasión clara del segundo tiempo llegó en favor del Compostela con una falta rápida que sorprendió a la defensa del Zamora y que Juampa aprovechó para disparar y obligar a Villanueva a hacer una brillante intervención. En el saque de esquina Bicho estuvo a punto de marcar, de nuevo, pero su disparo no encontró portería.

En el minuto 62, los locales tuvieron a punto de marcar con una buena acción de Jimmy por la banda izquierda que Primo remató fuera. La réplica del Zamora llegó inmediatamente con un cabezazo del recién incorporado Adri Herrera que no encontró portería.

Alcanzado el ecuador de la segunda mitad, el partido entró en una fase más calmada en la que no había un claro dominador y en el que las ocasiones llegaban a cuentagotas. Mucha intensidad y mucho centrocampismo entre dos equipos muy correosos que estaban demostrando porque son dos de las revelaciones de la categoría de bronce.

El periodo más tibio del choque concluyó con la ocasión más clara del Zamora. Un saque de falta lejano servido magistralmente por Dani Hernández que puso el tanto en bandeja a un Escudero que remató solo dentro del área enviando el esférico muy cerca del poste de la portería de Pato. El cuadro zamorano perdonaba en un partido que llegaba a los diez minutos finales con las espadas en todo lo alto.

En el desenlace ambos equipos trataron de romper el partido a su favor pero, tanto unos como otros, carecieron de la gasolina suficiente y la puntería necesaria para evitar un reparto de puntos que se antojó más que justo.