Diego Pérez es el nombre propio de la actualidad del balonmano provincial. Un jugador joven, de apenas 19 años, que el Zamora Rutas del Vino incorporará a sus filas para intentar reforzar su equipo, mermado por las lesiones.

Pérez, lateral derecho de 1,82 metros de altura, llega al conjunto pistacho para ocupar el hueco que deja la baja de Nacho López, quien hace apenas diez días se rompió el ligamento cruzado anterior ante BM Alarcos. Una incidencia que dejaba sin su mejor lanzador a la primera línea del conjunto de Margareto.

Formado en el Club Italiano de Chile y siendo internacional en todas las categorías inferiores con su país, Diego Pérez ha decidido seguir los pasos de Salinas, Ceballos, Reyes o Barrientos. Todos ellos pasaron por el BM Zamora y experimentaron como jugadores pistacho una evolución que les llevó al combinado absoluto de La Roja. Por ello, el joven talento sudamericano ha decidido cambiar el KH ISMM Koprivnice de la Primera División de la República Checa por la formación que dirige Ricardo Margareto, buscando más minutos de juego y también una mejor adaptación al balonmano europeo al que decidió dar el salto recientemente.

De calidad técnica notable, incisivo en ataque y aplicado sobre la pista, falta por comprobar si sus cualidades se ajustan al juego de un Zamora Rutas del Vino que, tras perder el lanzamiento exterior que aportaba Nacho López o la visión de juego de Andrés Pérez, necesita de un jugador capaz de hacer goles y ser una amenaza desde la primera línea. Una demarcación en la que también se echa de menos jugadores con veteranía como Jortos y Guille, cuya experiencia no podrá aportar este refuerzo.

Aun así, el fichaje de Pérez es una excelente noticia para los “Guerreros de Viriato”. Especialmente por la celeridad mostrada por el club para responder a la lesión de López, ya que aún restan dos jornadas de liga en 2020 y el chileno podría aprovechar el futuro y largo parón navideño para terminar de adaptarse al grupo.