El francés Romain Grosjean (Haas), que salvó la vida milagrosamente en un escalofriante accidente hace una semana en el Gran Premio de Baréin, anunció que regresa a Suiza para seguir curándose de las quemaduras que sufrió en las manos y que renuncia a correr la última carrera del Mundial de Fórmula Uno, el próximo domingo en Abu Dabi.

“Para mi salud y mi seguridad es mejor no correr el riesgo de correr en Abu Dabi”, explicó en un vídeo el propio Grosjean, que tomó la decisión siguiendo el consejo de sus médicos. “Es una de las decisiones más duras de mi vida, pero obviamente una de las más sabias”, añadió el galo, de 34 años, que no iba a seguir el año próximo en la F1, categoría en la que la de su terrible accidente se ha convertido, de esta forma, en su última carrera.

Haas confirmó que el brasileño Pietro Fittipaldi, nieto del mítico Emerson -doble campeón mundial de F1, en 1972 y 1974-, sustituto de Grosjean en el Gran Premio de Sakhir, también reemplazará al francés en él último Gran Premio, el de Abu Dabi.