El Innova Chef sumó una nueva victoria como local ayer en un ajustado partido ante el Enerdrink Algeciras, al que ganó por 73-70 tras firmar una mala primera mitad en ataque y una segunda en la que, con mucha cabeza, desarmó la resistencia rival.

Con defensas abiertas y fallos en los lanzamientos abrió el choque en el Ángel Nieto, anotando Algeciras la primera canasta y Libroia dando respuesta con una canasta más tiro adicional. Un intercambio de golpes que continuó en los siguientes minutos y del que salía favorecido un cuadro visitante más incisivo. Y es que, Innova Chef, pese al buen juego solo encontraba posiciones de tiro en media distancia (7-12, m. 5).

Poco a poco, y pese a los esfuerzos de Libroia o Mendicote, Alcobendas iba labrando una renta que llegó a ser de hasta ocho puntos y que obligó a Saulo Hernández a introducir cambios en su quinteto. Entre ellos, los de un Nnamdy que puso su primer tapón nada más entrar y colocó tres en el siguiente ataque rival para dar chance a su equipo de ajustar el tanteo (15-15). También disputó los últimos minutos del cuarto Canda, pero ni con su entrada pudo tomar la delantera el cuadro local (18-20).

No encontró tampoco el acierto necesario para ello el Innova Chef al inicio del segundo cuarto. Un parcial de 1-6 ponía aún más cuesta arriba las cosas para los locales, incapaces de detener el juego interior de un Algeciras que forzaba el tiempo muerto local con el 19-28 tras cuatro minutos con tiros forzados por parte zamorana.

El receso solicitado por Saulo Hernández no alteró el rumbo del envite. De hecho, y pese a más rotaciones, la sequía anotadora del Innova Chef se prolongó durante los siguientes minutos a excepción de dos puntos de Senghor. Demasiado poco rédito ante un Algeciras que, desde la pintura, mantenía una anotación regular (21-33).

Bryce Canda volvió a vestir la elástica zamorana. | José Luis Fernández

Al final, un tiro libre de Mendicote, otra canasta de Ali y tres grandes acciones de Libroia reducían diferencias y amortiguaban el impacto de un mal parcial antes del paso por vestuarios (30-35).

Con mucha mejor puntería y otra actitud entró en el partido el Innova Chef en la segunda mitad. Seguía perdiendo algún balón de forma inocente pero veía canasta con más fluidez. De hecho, en apenas dos minutos, recortaba la diferencia a solo tres puntos. Una distancia que acabó desapareciendo poco después cuando Libroia ponía el 38-39 y, Costa adelantaba a los suyos con un buen tiro desde el poste alto.

Restaba un acuerto de hora de juego y había un nuevo partido en pista. Uno con el Innova Chef más activo, capaz de generar posiciones de tiro claras y de forzar el tiempo muerto visitante con su primera ventaja notable (45-41). Un receso que no alteró la evolución del juego zamorano, mucho más fluido y con un ritmo más alto, así como mucho más efectivo.

Las canastas no cesaban y eso daba energía al bloque de Saulo Hernández, robando balones a su rival y logrando puntos que afianzaban el cambio de cara sufrido en el descanso. Tanto fue así que los visitantes se vieron obligados a parar el choque por segunda vez en el cuarto (52-43, m. 37). Sin embargo, y pese al aumento en la intensidad visitante y su último triple sobre la bocina, los zamoranos se fueron al último cuarto con una renta de ocho puntos a su favor.

El periodo decisivo arrancó con Algeciras adoptando una zona 2-3 y recortando distancias con una técnica señalada sobre Stefanuto. Una apuesta y un primer golpe que se le atragantó al Innova Chef como demostró el parcial de 0-6 a las primeras de cambio. Unos malos minutos que obligaron a Saulo Hernández a detener el envite (56-52).

Tras un par de ataques sin consecuencias, un triple de Molins daba respiro a los zamoranos. Un corto sorbo de aire ya que, con un triple visitante y una buena acción bajo el aro, dejaba en la diferencia en dos puntos de cara a la recta final para la que Libroia, Costa y Álvarez volvían a pista.

Nnamdy hizo los dos siguientes puntos del Innova Chef y su figura, como la de Molins, fue clave. Sus canastas y un triple de Costa dejaban el duelo con 67-58 antes de un desenlace en el que los zamoranos hicieron valer su renta para vencer.