La derrota ante el Cajasur (34-28) deja al Balonmano Zamora Rutas del Vino en la misma séptima posición de la pasada semana y con dos encuentros pendientes de disputarse, correspondientes a la primera y tercera jornada. Ahora se inicia una nueva semana de trabajo en la que el equipo tendrá que preparar el importante encuentro del sábado ante el Málaga (19.00), un rival directo de los de Margareto, que no pueden fallar en feudo propio, aunque sea sin público. Los malagueños son octavos, con los mismos puntos que los pistacho aunque con dos partidos más, mientras que la zona baja de la clasificación la cierran Boadilla y Trapagarán, con tres y un punto, respectivamente. El liderato es para Antequera con diez puntos, los mismos que tiene el Vestas, mientras que un peldaño por debajo aparecen Alcobendas y Cajasur, con nueve puntos cada uno.

Con este panorama se inicia una nueva semana que, además, es importante en el club zamorano ya que sabrán si pueden empezar a contar con Raúl Maide de cara a los partidos. El zamorano ya hace parte de las sesiones de trabajo y el martes pasa por revisión médica para saber si cuenta con el alta médica definitiva.

Mientras, el entrenador analiza lo ocurrido en el encuentro del pasado sábado, donde volvió a faltar algo de gasolina entre sus pupilos en la recta final.

“La primera parte estuvimos bien, incluso el resultado pudo ser más abultado a nuestro favor. No rematamos en la primera parte y aunque íbamos bien el partido se rompió y ya no pudimos volver a él”, recuerda el míster que cree que el cansancio pudo pasar factura. “Estuvimos muy bien durante cuarenta minutos, pero hubo un momento de desconexión y ahí se fue todo”, rememora Margareto.

No obstante, sí quiso verle la parte positiva y destacó una mejoría en los suyos que plantaron cara a pesar de factores como jugar fuera o viajar en el día con un desplazamiento de tantos kilómetros. “Somos un equipo joven y es importante que poco a poco cojamos esa experiencia”, añadió el técnico que cree que una de las claves es que la mayoría de los rivales a los que se han enfrentado hasta el momento tienen más experiencia en la categoría y más fondo de armario en el banquillo, algo que les permite dar descansos sin bajar el nivel de juego.