El precandidato a la presidencia del FC Barcelona Xavi Vilajoana presentó ayer los ejes de su programa electoral, que pasan por aunar talento y esfuerzo por encima de nombres, por mimar y tener fe en la cantera y por no quemar las cosas de la anterior Junta Directiva, de la que fue miembro, si bien evita ser continuista a la par que rompedor con el legado de Bartomeu.

Vilajoana se considera, por encima de todo, un “hombre Barça” que velará, si es elegido, por el bien del club sin quemar naves ni buscar enemistades. Fue jugador del Barça C, luego capitán del primer equipo de fútbol sala, y ha estado en tres Juntas Directivas. Quiere sumar y, sobre todo, apostar por la gente de casa en todos los estamentos.

“Me defino como hombre de club. He estado aquí siempre que me lo han pedido, independientemente de con qué presidente. Mi deseo es trabajar por el bien del Barça, al que llevo en el corazón. Quiero dedicar parte importante de mi vida al Barça”, aseguró en una larga presentación telemática.

Se presenta ahora por “muchos motivos”. “Tengo historial blaugrana de años. Esa vivencia, y la experiencia adquirida en estos últimos años a cargo de fútbol femenino o Masia, me siento enamorado y unido al Barça. Si no creyera que soy el mejor candidato, no me presentaría”, aseguró.

Con ilusión y la creencia de ser capaz de atrapar al socio blaugrana, desea mirar adelante y sin reproches, aunque sí autocrítica, hacia la Junta de Bartomeu. “Me gusta escuchar y dialogar, que la gente me diga lo que piensa y no lo que quiero sentir. El Barça del futuro necesita un liderazgo inclusivo y no agresivo, sin acritud, porque el futuro del Barça depende de la gente de casa”, recalcó.

“El Barça requiere un liderazgo fuerte, de alguien de la casa que conozca el club y que tenga conocimientos, estima y amor al club. Sin esas dos cosas, un proyecto cojea. Me gusta mirar adelante. Analizar lo que se ha hecho bien y aprovecharlo”, reiteró sobre si “suma o resta” haber formado parte de la dimitida Junta anterior. Eso sí, busca “aire nuevo” y no habrá en su equipo ningún directivo de Bartomeu.

Pero, ante la pregunta directa de si se consideraba o no “continuista”, no concretó. “No se trata de romper sino de sumar. Yo tenía unas parcelas determinadas, fui crítico con otras cosas y siempre lo manifesté, es la manera de sumar. Si discrepas en siete cosas, y en dos de ellas consigues convencer, has tenido una aportación. Si te retiras o te vas, no puedes incidir ni cambiar cosas. Haré lo que creo que es lo mejor. Pero los ataques no suman nada”, destacó.

Sin duda, uno de los temas calientes para el nuevo presidente es el de la continuidad, o salida gratis, de Leo Messi en el equipo. “No se trata de mojarse o no sobre Messi, sino de analizar y tomar decisiones en función a la información que me comunique la otra parte. No me gusta imponer nada, me gusta convencer, y para ello debe haber un diálogo”, opinó.El Barcelona y Rakuten ampliaron su alianza hasta el 2022 como ya preveía el contrato inicial, pero la cifra del patrocinio disminuye de 55 millones anuales más variables a 30 más variables, un hecho que Carlos Cantó, experto en patrocinio deportivo, achaca más a la crisis del coronavirus que a la posible pérdida de reputación del club azulgrana. “Una situación de crisis reputacional no es el mejor escenario para renegociar un contrato, aunque el impacto real de esta crisis es menor fuera de Barcelona y su entorno”, explica Cantó, CEO de SPSG Consulting. En este sentido, considera que “los efectos colaterales del COVID también afectan y tienen un impacto en el proceso de negociación, tanto desde el punto de vista de la parte patrocinadora como de la parte patrocinada, la cual pasa ahora por una situación económica y financiera compleja”. La prórroga de la alianza hasta el 2022, que fue sellada a última hora por la junta directiva de Bartomeu, comportará que Rakuten siga luciendo en las camisetas de juego del primer equipo masculino del Barcelona, pero no así en las del filial ni en la ropa de calle.