En su tercer partido con el Langreo, el zamorano Miguel Santos apareció en el último momento para evitar la primera derrota de su equipo. Miguel Santos Alfageme (Zamora, 1-7-1991), lateral derecho con amplia experiencia en Segunda B, se convirtió en el artillero inesperado para igualar el gol que había marcado ya el Sporting B. “Mi intuición me dijo que tenía que tirar a puerta”, señala Santos el día después, satisfecho por haber respondido a la confianza de su entrenador, Ángel Rodríguez.

Miguel Santos llegó el pasado verano a Ganzábal con un bagaje de 231 partidos en Segunda B, entre el Zamora y la UD Logroñés. Esperaba dar el salto a Segunda tras ascender con el equipo riojano, pero ya ha asimilado su salida: “Me hacía ilusión, pero decidieron no renovarme y lo acepto. Estoy orgulloso de mi etapa allí, en la que jugamos cuatro play-off de ascenso”. Cuando le llegó la oferta del Langreo no se lo pensó mucho: “Tanto el director deportivo como el entrenador mostraron mucho interés y también me animó Jorge Hernández, que fuemi compañero en el Zamora. Y creo que he acertado porque me han acogido muy bien y, además, deportivamente el comienzo está siendo positivo”. Contribuyó a ese buen inicio con su gol al Sporting B en el minuto 89: “Fue una jugada un poco rápida. Me llegó el balón de un rechace, dudé, pero mi intuición me dijo que tenía que tirar a puerta”. Asegura que el 1-1 fue “el premio al convencimiento del equipo. En la segunda parte llegamos mucho al área, metimos centros y merecimos el gol”.

Su séptimo gol en 234 partidos en Segunda B definen su estilo de juego: “Los primero para mí es la defensa, ser sólido atrás, pero si las circunstancias lo permiten, me gusta atacar. Soy un lateral profundo, que ayuda al extremo, que dobla, y también puedo ir por dentro”. Sobre el equipo de la UP Langreo asegura que “demostramos que podemos competir con cualquiera”.