Mientras en algunas comunidades los encuentros amistosos se repiten sin descanso, la situación epidemiológica de la región de Castilla y León no permitía hasta este pasado jueves la disputa de partido no oficiales para equipos como el de Benavente, quien tuvo que desplazarse hasta la provincia de Coruña para enfrentarse al Noia F.S. Ahora que la Junta de Castilla y León ha autorizado estos encuentros, la novedad es que, según su protocolo o guía de actuación, todos los partidos que se disputen en instalaciones cerradas deberán ser con mascarilla. Una situación que ya han vivido en sus propias carnes los jugadores del Ademar León en la misma Liga Asobal.

Pues bien, a diez días de que el Subgrupo B de la Segunda División de Fútbol Sala eche a andar, lo que respecta a lo meramente deportivo es que los de Chema Sánchez comienzan su andadura el próximo 24 de octubre ante el Ciudad de Móstoles, un equipo que la temporada pasada luchó hasta final de curso por entrar en Play Off y cuya localidad está confinada en estos momentos.

Pasadas tres semanas de entrenamientos, el técnico de los benaventanos Chema Sánchez, hace balance de esta atípica pretemporada y avisa a los suyos de la categoría donde se encuentran asegurando que los primeros encuentros son clave en esta temporada al sprint. “Tenemos que tener la mentalidad de que el proyecto se tiene que consolidar y que si hemos llegado a Segunda División tiene que ser para afianzarnos. No vale haber conseguido un ascenso para hacer el ridículo en la categoría o para no cimentar este proyecto esta temporada y que no sea un proyecto ilusionante en temporadas venideras.”

Respecto a si el conjunto benaventano está preparado para competir en esta nueva categoría Sánchez asegura que se están preparando para ello. “El salto a todos los niveles es muy grande, todos los equipos trabajan muy bien, te estudian, cuentan con grandes jugadores y ya no tenemos esa diferencia con los equipos de la Segunda B. Cada día que entremos bien, cada día que entendamos que una tarea nos va a hacer mejores como equipo y como colectivo estaremos más cerca de estar preparados para ser un equipo de Segunda División.”.

Y aunque los tiempos siempre son importantes en una pretemporada, la diferencia de semanas de trabajo entre unos equipos y otros no se vio reflejada en el único amistoso que han disputado los benaventanos, que llegaban a Noia con apenas dos semanas de entrenamientos mientras que su rival cerraba su segundo mes de preparación. Sobre estas desigualdades también se ha pronunciado el técnico del Atlético Benavente, quien reconoce ir por detrás de rivales directos, pero a su vez asume que la preparación del Play Off les ha ayudado a mantener una base sólida de trabajo. “Hay que ser objetivos. Hay equipos como Noia que llevan dos meses de trabajo y otros como nosotros que llevamos tres semanas, sin embargo, hay un punto a favor que nos da el haber estado preparando un Play Off de ascenso durante los meses de mayo, junio y julio y hay una herencia de trabajo que estamos recogiendo.”

Uno de los hándicaps más grandes a los que se enfrentarán los blanquiazules es a la escasez de pruebas preparatorias antes de iniciar la competición. A diferencia de otras temporadas donde los amistosos se elevaban hasta los 6 o 7 partidos, esta temporada con las restricciones de movilidad y de utilización de instalaciones deportivas, el equipo blanquiazul únicamente disputará dos encuentros previos. El primero, ante Noia en tierras gallegas con empate a uno. El segundo, presumiblemente el sábado 17 de octubre en La Rosaleda ante el Cidade Narón, equipo gallego de Segunda División B. Un hecho que puede lastrar competitivamente a los de Benavente respecto a sus rivales que han gozado de más test de pretemporada.