El español Carlos Sainz (McLaren), que arrancará décimo este domingo en el Gran Premio de Eifel, el undécimo del Mundial de Fórmula Uno, declaró ayer en el Nürburgring (Alemania) que le costó "bastante" acabar en ese puesto la calificación porque en ningún momento se sintió "cómodo en el coche". "Al final, como no hubo (entrenamientos) libres ayer hemos decidido ir separados los dos coches. He llevado yo todo lo nuevo y Lando (Norris, su compañero inglés) gran parte de todo lo viejo. Y la verdad es que ha costado bastante", explicó Sainz, de 26 años, que en el Gran Premio de Italia, en Monza, logró, al acabar segundo, su mejor clasificación desde que corre en la Fórmula Uno. "Desde los libres 3 (el entrenamiento matinal, único que hubo antes de la calificación) no iba cómodo con el coche. He podido mejorar durante la 'cuali'; pero aún así no ha ido bien la cosa. No sé qué decir, la verdad».