La moción de censura contra Josep Maria Bartomeu sigue con sombras externas sobre si podrá finalmente forzar el referéndum. A la carta sanitaria que el club tiene sobre la mesa para intentar postergar la consulta, como ya ha hecho con la asamblea de compromisarios, ahora ha jugado otra: la policial. La Guardia Civil ha abierto investigación sobre supuestas irregularidades en algunas de las papeletas aportadas. Lo ha hecho después de que el Barça les trasladara una denuncia sobre posibles firmas sin identidad clara y firmas dudosas.

Según ha adelantado SER Catalunya y ha podido constatar este diario, al ver indicios de irregularidades, la Guardia Civil ha reclamado al club más documentación, harán el atestado y si ven elementos delictivos lo elevarán al juez. El Barça pone en duda la autenticidad de unas 300 papeletas y señala que algunos de los números de carnets coincidirían con los presentes en la investigación que se sigue en un juzgado de Barcelona por la bolsa de fraude detectada en la reventa de abonos de 2.800 socios.

El recuento de firmas ha terminado con 19.380 validadas, más del doble de las obtenidas por Oriol Giralt en el 2008. Marc Duch, portavoz de Més que una Moció, ha tirado de ironía al conocer la noticia de la denuncia a la Guardia Civil. "12 de 20.687. Un 0,058%. Muy bien. De las 5.000 compradas a las 12 'sospechosas'", ha tuiteado, en referencia a las sospechas iniciales del club cuando se presentaron más de 20.000 papeletas en contra de Bartomeu. En el proceso de autentificación, se han considerado válidas 18.094. Hay que recordar que el Barça ya mandó una carta una carta a la Federeción Catalana de Fútbol (FCF) quejándose del comportamiento de Josep Maria Vallbona, elegido por la Federación para presidir la mesa del voto de censura.

El club azulgrana, que ya se había quejado días atrás de la actitud de Vallbona por vulnerar los principios de confidencialidad durante una entrevista, acusa al representante federativo de tener un trato "que roza la ofensa" hacia los trabajadores del club y de "no usar medios de validación de las papeletas que puedan garantizar la corrección, la legalidad y, por encima de todo, la autenticidad".

En un momento de la misiva, firmada por el director general del club, Òscar Grau, se asegura que algunas herramientas han sido rechazadas "de forma extraña e incluso sospechosa" y que el club tiene indicios de hechos "de extrema gravedad" en la validación de las firmas.