El tenista español Rafa Nadal comenzó este lunes la defensa de su título en Roland Garros, tercer y último 'Grand Slam' de la temporada, con una sólida victoria por la vía rápida (6-4, 6-4, 6-2) ante el bielorruso Egar Gerasimov.

El estreno del doce veces ganador del 'grande' parisino fue sobrio, sin excesivos alardes, pero tampoco sin más problemas que una desventaja inicial en el tercer set en una primera toma de contacto real con las nuevas condiciones y las pelotas que tendrán la cita este año fuera de sus fechas habituales.

El jugador manacorí invirtió algo más de dos horas para deshacerse de su primer rival, voluntarioso y motivado por jugar en un escenario como la Philippe-Chatrier en su primer duelo con el balear, al que únicamente inquietó al inicio de la tercera y definitiva manga cuando rompió y se puso 2-0 arriba. La respuesta del español fue contundente con seis juegos para cerrar su pase a la segunda ronda donde se medirá al estadounidense Mackenzie McDonald.

Nadal maduró el partido desde el inicio, no tuvo prisa en cerrarlo y no perdonó las pocas concesiones que le dio el bielorruso con el saque en los dos primeros sets. De hecho, su rival sólo pudo crearle algún problema cuando los peloteos fueron cortos, pero en cuanto se alargaron, el número dos del mundo se mostró muy solvente. El balear acabó su debut en París con 32 golpes ganadores, por 20 errores no forzados, y como es habitual en este tipo de partido, fue de menos a más.

El campeón salió con las cosas claras, avalado por su experiencia, y en primer lugar lo que hizo fue esmerarse en no aumentar la moral de Gerasimov con su servicio. El manacorí, tras los problemas en su último partido en Roma ante Diego Schwartzman en esta faceta, fue bastante sólido hasta el tercer parcial, donde flojeó algo más con el segundo saque. Sin embargo, con primeros, sólo perdió ocho puntos en todo el partido.

Nadal fue fiel también a su guión de estos partidos, con roturas tempraneras para ir afinando su tenis. Su primera bola de 'break' en el quinto juego le bastó para quebrar la resistencia del bielorruso, que intentó dejar buena imagen y que aunque se fue soltando poco a poco, tampoco pudo evitar perder su saque al inicio del segundo set en la única concesión que dio.

Con dos sets arriba, el español pasó su 'peor' momento al perder su servicio y encontrarse con un inesperado 2-0. Reaccionó al instante y de manera fulgurante para acabar ya de manera definitiva con las opciones de un Gerasimov que también necesitó asistencia médica por problemas en su pie derecho.