El español Rafa Nadal, número 2 del ránking mundial, regresó ayer a la competición tras más de seis meses inactivo desde su último partido y lo hizo disipando dudas sobre su estado de forma o sus posibilidades de pelear por su décima corona en el Masters 1.000 de Roma. El mallorquín se estrenó en el Foro Itálico con un contundente triunfo por un doble 6-1 ante su compatriota Pablo Carreño Busta, flamante semifinalista del US Open que tardó en capitular una hora y trece minutos.

Tras conquistar el torneo de Acapulco en su último encuentro, disputado el 1 de marzo ante el estadounidense Taylor Fritz, Nadal volvió a competir en Roma, con camiseta verde fluorescente y pantalones cortos azules, mostrando un buen nivel, en una pista central del Foro Itálico en el que el año pasado logró su noveno título romano.

El de Manacor apenas dio opción a su rival, muy metido en pista desde el primer momento y consiguiendo roturas fáciles al saque de un Carreño que, quizá, acusó en exceso la travesía por Nueva York de hace apenas unos días. Su cansancio le impidió combatir en condiciones a Nadal, que solo cedió ante el asturiano en el primero de sus saques en cada set.

Con este triunfo, Nadal disipa cualquier posible duda sobre su capacidad más de 200 días después de su último duelo. Aunque le esperan duros obstáculos por delante.