El austriaco Dominic Thiem, que en la madrugada del domingo se proclamó campeón del US Open tras remontar en la final al alemán Alexander Zverev (2-6, 4-6, 6-4, 6-3, 7-6(6)), reconoció ayer que ganar su primer “Grand Slam” ha sido “un gran alivio”, ya que ha dedicado “toda la vida” a lograr ese objetivo.

“Fue un gran alivio. Es lo más alto a lo que puedes llegar en el tenis”, declaró tras el encuentro, en el que remontó un 0-2 por primera vez en la final del “grande” estadounidense desde 1949. “Logré una meta de vida, un sueño que tuve durante muchos, muchos años. Lo soñé cuando era niño y empezaba a jugar al tenis. Pero en ese entonces estaba muy lejos”, reconoció.

“En un momento me di cuenta de que tal vez algún día realmente pudiese ganar uno de los cuatro títulos más importantes del tenis. Puse mucho trabajo. Básicamente, dediqué toda mi vida hasta este punto para ganar uno de los cuatro “grandes”. Ahora lo hice”, continuó. Además, reconoció que las tres finales de “Grand Slam” jugadas anteriormente, todas con derrota, estaban pesando en su confianza. “Quizás no fue bueno haber jugado finales importantes anteriores.·staba en mi cabeza que si perdía este, quedaba con un récord de 0-4. Siempre está en tu cabeza: “¿Esta oportunidad volverá alguna vez?”. Todos estos pensamientos no son buenos para jugar tu mejor tenis”, manifestó.

Por otra parte, el austriaco explicó que cuando Zverev rompió en el tercer set “fue difícil seguir creyendo” pero lo hizo. “Era una final de Grand Slam. Siempre tuve la esperanza de que me liberaría. Afortunadamente, no era demasiado tarde y me hice cada vez más fuerte”, sentenció.