La selección española, renovada por Luis Enrique con una hornada de juventud y descaro con Ansu Fati a la cabeza, debe confirmar hoy las sensaciones dejadas en la visita a Alemania, con el empate (1-1) en el estreno de la Liga de Naciones, ante la Ucrania de Shevchenko que lidera el grupo.

España enlaza doce partidos sin conocer la derrota. Con poco ruido dentro del campo y algo más fuera durante ese tiempo, tras el desenlace entre Robert Moreno y Luis Enrique, el regreso al banquillo del técnico asturiano se consumó finalmente en un notable estreno de la Liga de Naciones con un empate ante Alemania.

El gol sobre la hora de José Luis Gayá evitó una derrota que habría sido injusta para la imagen dejada en el Stuttgart Arena. Una actuación que dejó buenas sensaciones sobre el futuro de un combinado nacional que debe refrendar hoy lo expuesto el viernes.

Frente a Ucrania llega el momento de dar el paso al frente que desea Luis Enrique, silenciar el eterno debate de la falta de pegada y convencer. La apuesta del seleccionador por jóvenes valores tendrá su continuidad tras el estreno en la absoluta de Ansu Fati, Mikel Merino, Ferrán Torres y Óscar Rodríguez. Todo apunta a la titularidad de Sergio Reguilón en el lateral izquierdo y a minutos durante el encuentro para Adama Traoré. Potencia pura y velocidad en los nuevos tiempos para la Roja.

En la búsqueda de la evolución del estilo con la presión alta que pide Luis Enrique, la velocidad en la posesión y la verticalidad, aparecen por la selección nuevos nombres que se entremezclan con la vieja guardia. Una quimera necesaria para intentar superar a Ucrania, conjunto fuerte bajo el mando de Shevchenko, capaz de aportar con su criterio sangre nueva al equipo y un juego más dinámico con Yarmolenko, Zinchenko o Malinovskyi como protagonistas.