Nuevo contratiempo para los intereses del Desguaces Casquero y de todo el fútbol sala en general. Cuando parecía que esta semana se podía llegar a un acuerdo que permitiese desbloquear la situación de incertidumbre sobre las fechas de inicio de competición, el resultado hoy en día es el mismo. Bajo la denominación de deporte no profesional, el fútbol sala de Primera y Segunda División se encuentra ubicado en el mismo escalafón de privilegios que la Segunda División B de Fútbol o la Liga Iberdrola de Fútbol sala. Esta denominación obliga al fútbol sala, y por ende a los recién ascendidos del Desguaces Casquero, a esperar una semana más, como mínimo, para iniciar los entrenamientos.

Como mínimo una semana porque las previsiones no son buenas. A falta de confirmación oficial por parte del Consejo Superior de Deportes o de la Real Federación Española, los rumores sobre el inicio de las ligas en el mes de octubre comienzan a tomar la misma fuerza que aquellos que afirman que hasta enero no habrá competiciones. Eso supondría un nuevo parón en la puesta a punto de equipos que comienzan a ver como la temporada 2020-2021 empieza a tambalearse ya no solo en lo deportivo. Para que todo arranque lo antes posible, que es la intención de la Federación presidida por Luis Rubiales, debe presentarse un documento que guíe y garantice la práctica deportiva de competiciones nacionales, un documentado calificado ya como indispensable que no es otro que el protocolo sanitario a seguir.

Mientras el Desguaces Casquero espera como agua de mayo dicho escrito, otros deportes similares en instalaciones y desarrollo de la actividad como es el balonmano ya celebra partidos oficiales y con una mínima presencia de público. F.C. Barcelona y Fraikin Balonmano Granollers disputaban este pasado fin de semana la Supercopa de Cataluña de Balonmano en la ciudad condal. Fruto de este encuentro han sido muchos los jugadores y técnicos que a través de redes sociales han mostrado su descontento con la situación actual que vive el fútbol sala y piden unidad entre los entres organizativos para que tomen una decisión lo más rápida posible que les permita realizar su trabajo.

Por el momento técnicos y jugadores desconocen cuándo y de qué manera comenzaran la temporada mientras los clubes comienzan a hacer malabares económicos para solventar una situación que puede acabar por hundir a muchos equipos del denominado “fútbol no profesional”.