El Zamora CF había deambulado por el Grupo VIII de Tercera División pero el objetivo de alcanzar la división de bronce llegó a ser toda una obsesión sicológica tras los tropiezos sufridos en aquellos play off de ascenso de los años 90 que siempre se saldaban de la forma más dolorosa con sucesivas eliminaciones.

El club tocó fondo y estuvo a punto de desaparecer durante el mandato de Julián Prieto (1994-45), pero la llegada de Antonio de Avila y su grupo de directivos supuso un punto de inflexión que culminó pronto, tres años después, con el primer ascenso que firmó Carlos Tornadijo desde el banquillo. Pero el proyecto elaborado para la Segunda B por la nueva directiva de Antonio de Avila no dio el nivel esperado. Con Miguel Cardoso como secretario técnico y Miguel Losada como entrenador, el equipo integrado por muchos jugadores zamoranos (Raúl Villazala, Javi Bariego, David Fernández o Isidro), y otra gran parte de salmantinos (Arrúe, Torrecilla, Paco o Dámaso) a duras penas logró terminar en la plaza de promoción. Hubo de enfrentarse a Avilés primero y luego a un Mensajero que también le superó y le envió de nuevo a Tercera.

En 98-99 se produce un hecho trascendental en la historia reciente del Zamora: la llegada a la presidencia de José María Casas que sería el gran protagonista de las 17 campañas que el equipo pasaría en Segunda División B, con tres play off de ascenso en los que acarició el milagro de llegar a la división de plata. De nuevo Carlos Tornadijo firmaba desde el banquillo el ascenso, pero el técnico burgalés no renovó y fue sustituído por Miguel Angel Alvarez Tomé, otro de los grandes protagonistas de esta etapa dorada. Tomé heredó una plantilla en la que continuaron jugadores fundamentales como Fidalgo, Simón, Candela o Antonio, y llegaban otros inolvidables como Aiert, Manu, Armindo o Gómez. Le costó al equipo adaptarse a la nueva categoría pero no hubo problemas para salvarse acabando en el puesto 12º.

Tomé mantuvo el bloque de la plantilla en su segunda campaña pero llegaron dos hombres fundamentales para que el Zamora alcanzase su primera fase de ascenso: Rícar y Quero, con otros inolvidables como Ricardo, Avelino, Víctor Ferreras o Amézaga. El play off fue muy complicado ya que tanto Cádiz como Nástic de Tarragona se presentaban como rivales inalcanzabes y así fue. El Zamora ni siquiera pudo con el Amurrio que parecía el único asequible, y finalmente era el Nástic el que lograba el ascenso.

La temporada 2001-02 estuvo marcada por la marcha de Tomé que fichó por la Cultural, y ni Luis Miguel Gail ni Antonio Calvo Coria lograron repetir los magníficos resultados anteriores. El equipo salvó los muebles a duras penas en el puesto décimo quinto y se despedía además del estadio La Vaguada.

La campaña 2002-2003 pasará a la historia como la del estreno del Ruta de la Plata. José Ramón Corchado se hizo cargo de un equipo en el que estaban Diego Gómez, Nacho Castro, Aiert, Villanueva, Curro Vacas o Jaime en la portería con Ricardo, el portero José Luis y Gómez como los veteranos del equipo. Y de nuevo conseguía el Zamora jugar el play off de ascenso.

Fue una eliminatoria de triste recuerdo contra Burgos, Athletic B y Algeciras. Poco pudo hacer un Zamora CF que perdió sus dos partidos contra Algeciras -el jugado en casa se saldó con graves incidentes- y quedó ya descartado para el ascenso.

El año siguiente comenzó con Fabri Prieto en el banquillo, pero el técnico gallego se encontró con muchos problemas tanto con la directiva como con la plantilla y terminó siendo sustituído por Balta que ya no fue capaz de enderezar el rumbo aunque la temporada finalizaba con un digno octavo puesto que había servido como preparación para que en la campaña siguiente, el Zamora acariciase, esta vez de verdad, el ascenso.

Balta consiguió que el equipo terminase la liga regular en el cuarto puesto, pero lo bueno estaba por llegar, en el play off. En la primera ronda cayó eliminado el Sevilla B con empate a cero en el Ruta de la Plata, y empate a un gol en la capital andaluza; y el siguiente rival fue el Castellón que salió derrotado del Ruta de la Plata por 2-1. Todo se decidiría en el último partido del play off, en el que se adelantó el equipo levantino en el marcador. Al Zamora le bastaba con empatar para conseguir el ascenso, pero el gol no llegó en un estadio de Castalia en el que se agotaron las entradas.

La trayectoria del equipo estaba siendo brillantísima en la Liga, pero nadie se podía imaginar que en la campaña siguiente, llegase la gran proeza en la Copa del Rey. Aquella plantilla que dirigía el asturiano Raúl González en la que ya comenzó a disponer de minutos en la portería Dani Jiménez, no cuajó una gran actuación en la Liga y no pudo pasar al final del puesto décimo tercero, pero la Copa del Rey trajo a la afición rojiblanca otra nueva ración de adrenalina. Comenzó la competición copera en septiembre con un 1-0 contra el Villajoyosa y el Zamora entraba de nuevo en el bombo del sorteo que le deparó todo un Primera División como es la Real Sociedad. Y el equipo donostiarra no pudo pasar del 1-1 en el Ruta de la Plata ni tampoco imponerse en la tanda de penaltis gracias a la gran actuación del portero José Luis. Muy parecida fue la historia en la siguiente ronda en la que el rival era el Eibar que militaba entonces en Segunda. También concluyó el encuentro en el Ruta de la Plata con empate a un gol, y esta vez fue Vilches el que se encargó de detener el sexto penalti y marcar el siguiente para que el Zamora volviese al bombo.

Y la suerte se mostró esta vez en forma de premio gordo, con el mismísimo Barcelona de Ronaldinho y Samuel Eto´o. Ninguno de los dos pudo jugar contra el Zamora porque ambos estaban convocados con sus respectivas selecciones, pero Frank Rijkaard no reservó a ninguna del resto de sus estrellas para viajar a Zamora aquel día 3 de enero de 2006. El equipo azulgrana consiguió la mayor entrada de público que hasta el momento ha registrado el estadio municipal, con diez mil personas en una instalación que teóricamente tiene capacidad para una ocho mil.

Esta vez la eliminatoria ya era a ida y vuelta, con lo que las posibilidades del Zamora CF eran prácticamente nulas. Aún así, Xaco marcaba el 1-0 que hizo soñar a los rojiblancos durante más de media hora, hasta que el Barça pisó el acelerador y llegaron sucesivamente los tres goles de Van Bronchorst, Márquez y Giuly.

El partido de vuelta no tuvo historia y se saldó con un previsible 6-0, pero nunca se le olvidará al equipo la odisea para llegar a la Ciudad Condal desde el aeropuerto salmantino de Matacán donde la niebla impidió el despegue del avión que llevaba al equipo y a muchos aficionados, hasta la tarde misma del partido. Una vez en Barcelona, el autobús tuvo que ser escoltado por la policía hasta el Nou Camp para llegar con el tiempo justo para iniciar el encuentro a la hora prevista.

En 2006-07 regresó a Zamora Miguel Angel Alvarez Tomé pero aquella plantilla no alcanzó los objetivos esperados. Tomé no fue esta vez capaz de sacar el rendimiento previsto a aquel grupo de jugadores que lideraban Dani Jiménez e Iván Candela, y la campaña se saldaba con un discreto noveno puesto.

Todavía quedaban momentos históricos que vivir en Segunda B, y el tándem Tomé-Casas sí acertó al año siguiente con una plantilla en la que, además de Dani, en la portería, contó con grandes jugadores que además permanecerán en el recuerdo de los aficionados para siempre, como es el caso del portugués Sergio Lomba, el brasileño Tiago, Aitor Sanz, Gurrutxaga, Jorge Rodríguez, Aarón Darías o el zamorano Agustín.

Fue una liga con un altísimo nivel como lo demuestra que por encima del Zamora quedasen dos equipos llamados a vivir su futuro en categorías superiores como fueron la Ponferradina y el Huesca. Aquel tercer puesto final permitió al equipo rojiblanco jugar su cuarta fase de ascenso a Segunda. El primer rival fue un Linares que arrancó un empate a un gol de su visita a Zamora, pero el equipo de Tomé le respondió con un 1-2 en tierra jienenses. Y el siguiente rival era el temible Rayo Vallecano que disponía de un presupuesto enormemente superior. Pero en el fútbol no siempre el dinero marca las diferencias y pese a que el equipo madrileño se imponía en el partido de ida por 0-1, en Vallecas el Zamora acarició el ascenso. Como ya había ocurrido en Castellón, se quedó a un solo gol de Segunda División con aquel 1- 1 del 15 de junio de 2008.

Imágenes de archivo del Zamora CF. L. O. Z.

El Zamora seguía manteniéndose heroicamente entre los mejores equipos de la categoría pero se le resistía enormente el ascenso. Alvarez Tomé siguió al frente del banquillo junto a José María Casas como presidente en 2008-09 y el equipo alcanzaba de nuevo la fase de ascenso, esta vez al terminar cuarto la Liga. El primer rival fue el Villarreal B que llegó al Ruta de la Plata y se aprovechó de que el Zamora jugó en inferioridad desde la primera parte por la expulsión de Selvas y terminó llevándose un 0-2 que fue más que suficiente para el partido de vuelta que finalizó con una nueva derrota por 2-0. Fue la despedida de Dani Jiménez y de Curro Vacas, entre otros.

Diecisiete temporadas en la división de bronce

La crisis económica y la marcha de José María Casas condenador al equipo al descenso a Tercera

Tenía que llegar y llegó la crisis, tanto económica como institucional, de un club que había vivido por encima de sus posibilidades reales durante mucho tiempo para escribir las páginas más brillantes de su historia. Pero en 2009 comenzó a acusarse la crisis económica que apartó del Zamora a potentes patrocinadores privados; también acusaría el club la salida del Ayuntamiento de Antonio Vázquez que tanto colaboró en esta época dorada, con la construcción del Estadio incluida; y el desgaste personal en la presidencia de un José María Casas que buscaba la forma de abandonar el puesto después de tantos años como presidente asumiendo casi en solitario todas las funciones del club.

La crisis comenzó a traslucirse en el banquillo. Casas fichó a Rícar para sustituir a Tomé, pero el equipo no funcionó; llegó también Beto y duró muy poco (15 partidos); y tuvo que ser finalmente Iñigo Lizarazu el que lograse salvar al equipo. Fue una temporada para olvidar que se decidió en la última jornada con la permanencia, una temporada que comenzó con el Zamora líder en las dos primeras jornadas, para caer en picado y llegar a estar en puestos de descenso y de promoción en la recta final. Una victoria por la mínima contra la Ponferradina salvó finalmente la permanencia.

José María Casas decidía arrojar la toalla y el club se vio inmerso en unas conflictivas elecciones en las que, contra pronóstico, resultaba elegido Manuel Tejedor, tras derrotar a José Lastra, para convertirse en el décimo presidente del Zamora CF. Era la de Tejedor una candidatura sin un importante respaldo socioeconómico y la ya de por si delicada situación del club comenzó a agravarse a marchas forzadas. Un claro desajuste en los gastos de la plantilla y la escasa capacidad de gestión de la directiva precipitaron el caos en la entidad. Iñigo Licerazu no lograba sacar rendimiento al equipo y era sustituído por Roberto Aguirre en el mes de enero cuando el Zamora ocupaba el puesto de promoción. El técnico asturiano logró, a duras penas, enderezar el rumbo negativo y la temporada se saldaba con un decepcionante puesto décimo quinto. No sobrevivió al desastre Tejedor, y era sustituído en la presidencia del Zamora por Simón García Taboada que finalizó la temporada a duras penas y logró contener el despropósito contable.

Maxi Martín asumió la presidencia en la temporada siguiente (2011- 12) e intentó recomponer la situación sin demasiado éxito. Tampoco lograba Aguirre que los rojiblancos llegasen a los niveles deportivos de años anteriores, aunque pasaban el ecuador de la Liga en la séptima posición, pero volvía la decepción y el undécimo puesto final tampoco contentó a nadie.

La campaña 2012-13 supuso un nuevo paso atrás para un club que vivía ya momentos de enormes dificultades económicas y el objetivo de salvar la categoría había pasado ya a ser el prioritario. Maxi Martín también abandonó, ya en el mes de marzo, y tuvo que asumir el timón del club una gestora que encabezó Isaac Macías. Aguirre seguía en el banquillo pero el equipo no funcionaba y alcanzaba el ecuador de la campaña en puestos de descenso. Ya figuraban entonces en la plantilla jugadores de la casa y algunos que continúan este año tras su regreso como es el caso de Sergio García o Borja Rubiato, a los que se sumaban los zamoranos Javi Rodríguez, Dani Mateos o Dani Hernández. Llegaron refuerzos, pasaba el tiempo y el equipo se mantenía en marzo el cuarto por la cola en el Grupo I. Tuvo que ser Nacho Matador el que marcase en el minuto 92 en Mieres para lograr el 0-1 que le dio la posibilidad de jugar la fase de promoción.

En la primera ronda por la permanencia, el Zamora respondió ante el Vilanovense y le derrotó en el Ruta de la Plata por 3-0, pero nadie podría imaginar que la eliminatoria no se saldaría hasta la prórroga cuando Alcázar, en propia puerta, y Granada anotaban el 3-2 definitivo. El Constancia fue el segundo rival en esta sufrida promoción que se saldaba con el 0-1 alcanzado por los rojiblancos en el partido jugado en Canarias, pero de nuevo hubo que sufrir hasta el último segundo con el 1-1 en el Ruta de la Plata que permitió al Zamora jugar un año más en Segunda B.

La campaña 2013-14 se inició con la llegada a la presidencia de Segismundo Ferrero que tampoco logró contener la hemorragia económica ni frenar la deportiva. En ese mismo verano se producía el fallecimiento tras una dura enfermedad de Agustín Villar, el que fuera gran capitán del equipo rojiblanco. Decidió el nuevo presidente seguir contando con Roberto Aguirre que tuvo que administrar una plantilla con capacidad de proyección pero con escaso potencial para luchar por la permanencia un año más. Pese a todo, el Zamora se mantuvo en puestos tranquilos durante la primer parte de la Liga y llegaba a marzo en una aceptable novena posición. Incluso en la recta final, Aguirre lograba que los rojiblancos luchasen por los puestos de Copa hasta el último partido en Avilés que se saldó con un 4-0 que arruinó las esperanzas coperas. Fue aquel séptimo puesto final un buen resultado para el Zamora.

Maxi Martín afrontó la campaña 2014-15 con ánimos renovados pese a que la angustiosa situación interna del club no mejoraba. Mantuvo contra viento y marea a Roberto Aguirre en el banquillo y confeccionó otra plantilla muy ajustada para la categoría que conseguía mantenerse en zonas tranquilas de la clasificación durante la primera mitad de la campaña. Pero ya en febrero la situación deportiva comenzó a complicarse y el Zamora llegó a marzo en puesto de promoción y en abril estaba ya el cuarto por la cola. La directiva decidió el cese de Aguirre cuando faltaban tan sólo tres jornadas para el final de la Liga y nombraba a Balta como su sustituto cuando la salvación estaba a dos puntos. Balta ganó su primer partido (4-1 al Avilés) pero el Zamora perdía contra el Burgos (2-1) y consumaba su descenso a Tercera el 18 de mayo con el 0-1 contra la Cultural de Tomé en el Ruta de la Plata.