Buenas sensaciones. Con buen sabor de boca terminaba el Desguaces Casquero su primer encuentro eliminatorio para ascender a Segunda División. Los blanquiazules pasaron por encima a un rival que, aunque siempre fue por detrás en el marcador, se mostraron combativos durante muchos minutos. Al descanso, los de Chema Sánchez ganaban por 5-1 dejando la eliminatoria casi sentenciada que certificaban con un gol en superioridad.

Sin público, con incertidumbre y con mucho calor. Así era la puesta de largo del Desguaces Casquero en su primera prueba en este atípico play off. Tras más de 4 meses de parón competitivo era normal sentir algo de nerviosismo en las primeras acciones como vaticinó su entrenador, pero a los 2 minutos de juego, Charlie disipó todas las dudas. En el primer balón que cazaba dentro del área, superaba con una majestuosa vaselina a Marco para el delirio del banquillo blanquiazul. 1-0 y fuera dudas.

Con balón, el Desguaces Casquero se sentía cómodo. Triangulando ante la ligera presión gallega y dominando en muchos aspectos del juego. El peligro de Leis, una vez más, su poderoso pívot Cley, que causó numerosas dificultades a la defensa benaventana. El 2-0 de Dani Martín con un golpeo exterior a la salida de un saque de banda ponía tierra de por medio cuando se llegaba al minuto 5. Cley, situado en la zona de influencia del pívot mantenía duras batallas con Dilín y Alex, cierres locales que contenían como podían el poderío del pívot, que acababa encontrando puerta en un rechace dentro del área y ponía el 2-1.

El gol de Leis Pontevedra no conseguía desmoralizar a los de Sánchez que volvían a acertar en la portería de Marco una vez más gracias a la estrategia. Charlie, de nuevo, recogía un balón franco dentro del área para poner el tercero de su equipo y sumar un doblete con dedicatoria incluida por su reciente paternidad. El gol local tocaba mucho a los de Pontevedra que ante el empuje local y el cansancio acumulado iban sumando faltas en el casillero. Faltas que en ocasiones rozaban la antideportividad, lo que propiciaba alguna que otra tangana.

Una de las mejores triangulaciones de los locales, superando líneas de presión gallega, colocaba a Sergio Hernández en posición franca a portería, pero cedía a Malaguti que llegaba solo para poner el cuarto gol a falta de 3 minutos para el descanso. Rozando el tiempo de vestuarios, Charlie ponía la puntilla final a los de Mikel Diestro empujando un balón que quedaba muerto sobre la línea de gol. Triplete del 10 en 20 minutos que refleja la calidad de un jugador y un equipo superiores en todo momento.

Con el paso a vestuarios el partido se enfrió. El ritmo cayó fruto del resultado y el cansancio. Sergio Simón no podía continuar a causa de una dura entrada en la primera parte, por lo que la rotación local se veía acortada. Los locales pudieron ampliar la diferencia en varias ocasiones, pero serían los visitantes quienes recortarían distancia en el marcador. En un saque de banda, Berto con pierna izquierda golpeaba ajustado al palo izquierdo de Marcos Vara y ponía el segundo gol. El nerviosismo no hizo presencia en la pista. El juego combinativo de los locales se hizo notar para frenar el nuevo empuje visitante. Nuevamente los errores en finalización evitaron un resultado mucho más abultado.

Cuando restaban 4 minutos para el final, Arroyo veía la segunda amarilla y dejaba a Leis con uno menos, situación que aprovecharon los benaventanos para ampliar diferencias gracias al tanto de Sergio Hernández tras rechace de Dilín, otro de los destacados. Al final, victoria cómoda pero sufrida de los de Benavente que esperan ya al Otxatarbe vasco que ganó por 2-1 al Tafatrans.

El Atlético Benavente Desguaces Casquero se la jugará este sábado en su casa, en el municipal de La Rosaleda donde sigue sin conocer la derrota incluso después del confinamiento.