La UD Logroñés del zamorano Miguel Santos logró el ascenso a Segunda A al ganar en los penaltis al Castellón, en uno de los dos duelos directos entre primeros de grupo de la Segunda División B.

El cuadro riojano, en el que Santos lleva ya seis años, tiró de épica para un día histórico. En La Rosaleda, la hora de la verdad tras el parón por el coronavirus y el formato exprés llegó para decidir el primer billete a Segunda, y el Castellón se adelantó por medio de Lapeña. Un remate en el segundo palo en un saque de esquina que descolocó al Logroñés.

No terminó cómodo la primera parte pero reaccionó el equipo de Sergio Rodríguez, hasta llegar a cantar un gol que terminó siendo fantasma, un disparo de Rubén que rebotó en el travesaño y que no vio el colegiado que había entrado.

Poco después, un penalti permitió el empate merecido de Andy para forzar la prórroga en el 83'. En el tiempo extra, con uno menos por la expulsión de Sidiki, en el Logroñés Miño comenzó a calentar con serias intervenciones para convertirse en héroe en una tanda en la que paró dos y otro más lanzó arriba el Castellón.

La ciudad se lanzó a la calle aunque el alcalde de Logroño, Pablo Hermoso de Mendoza, ha destacado, en declaraciones a EFE, que la gran mayoría de aficionados de la ciudad tuvieron un comportamiento cívico para celebrar el ascenso del Logroñés a Segunda División y aunque más de un millar de personas se congregó en la Fuente Murrieta es una cifra inferior a la que habían previsto.

Hermoso de Mendoza ha recalcado que se siente "encantado" por el ascenso y por la "inyección de moral y económica" que supone para la ciudad, "algo que puede ser importante para algunos sectores y para ayudar a crear riqueza", ha asegurado.

Respecto a las celebraciones, ha incidido en que toda la noche en Logroño, según datos de la Policía Municipal, ha transcurrido sin incidentes y altercados "algo que es importante, porque hay ocasiones en las que las celebraciones derivan en eso".