Octavio Magadán cuelga las botas. El jugador del Balonmano Zamora El jugador leonés de 34 años, y muy querido por la afición, acumula más de 25 años jugando a balonmano y ha pasado por todas las categorías del deporte en España.

A lo largo de los años, su calidad y su carisma le hicieron ganarse el cariño de la afición y ser todo un símbolo y pieza clave en el juego de los "Guerreros de Viriato". A comienzos de la pasada temporada, la rodilla le obliga a parar y ahora anuncia que cuelga las botas.

Su aterrizaje en Zamora fue en el año 2005, con apenas 19 años. Ya de pistacho, rememoraron desde la entidad, compitió cuatro años en Segunda Nacional. En 2009 conseguía el ansiado ascenso a Primera Nacional en Vigo (Pontevedra), categoría en la que el primer equipo del club se mantuvo durante otras cuatro temporadas. En mayo de 2013, en Soria, todo cambió. El club recordó ayer cómo en ese momento el destino "dio un giro vertiginoso y el Balonmano Zamora disputó una fase de ascenso de ensueño que llevó a aquel grupo férreo y compacto de amigos a División de Honor Plata". Un grupo heterogéneo y plenamente amateur alcanzaba una categoría semiprofesional y lo hacía con 'Octa' como uno de los referentes del grupo. "A partir de entonces, el ascenso a Asobal en Santander, el descenso en Zamora con una ovación de cinco minutos de la afición en pie en el Ángel Nieto ante Granollers, la fase de ascenso de Irún, el ascenso en Palma del Río, el descenso de nuevo contra Granollers, la fase de ascenso de Puerto Sagunto...", rememoran desde la entidad pistacho.

El club lo explicaban así: "Tantos éxitos, tantas aventuras y emociones, que a cualquiera que nos hubiera contado esto en 2005 le habríamos tachado de loco de atar. Y siempre, con mando en plaza, Octavio. A su modo: discreto y ejemplar. Donde otros veían una oportunidad para seguir creciendo en otro club, él veía un reto para que su club siguiera creciendo. Octa nos ha hecho infinitamente mejores jugadores y, sobre todo, mejores personas. Cada temporada, cualquiera que fuera la categoría, concluía entre los máximos goleadores. Fue nombrado Mejor Debutante de la Liga AsobalNo se le recuerda un mal gesto en el campo, ni hacia un compañero, rival, árbitro o aficionado. Siempre con el respeto por bandera y con una sonrisa en la cara. La sonrisa de los jugones, que decía el gran Andrés Montes".

Por este cúmulo de valores, el club comunicó ayer que todos los aficionados podrán ver colgada su camiseta con el número 9 en el Ángel Nieto. Un dorsal que ya nadie más vestirá en homenaje "a un gran jugador y, sobre todo, a una gran persona que triunfó en su deporte como una persona normal", resaltaron.