La pandemia del coronavirus se ha convertido en una dura lucha para todas las entidades deportivas. Competiciones detenidas, ingresos congelados y numerosas incógnitas respecto al futuro rodean a cada uno de los clubes ahora mismo. Una situación a la que todos tratan de adaptarse para sobrevivir de diferente manera, siendo la resistencia estoica la elegida por el CD Virgen de la Concha.

El club presidido por Nacho Teruelo no es, ni mucho menos, el que está en mejores condiciones actualmente en Zamora. Sin embargo, mantiene su identidad. Rehusa a dejar en la estacada a sus jugadores mientras hace malabares con sus cuentas a la espera de una solución para esta temporada por parte de la FEB.

"La espera nos está matando", reconoce el máximo dirigente del club que, cuando la crisis sanitaria se inició dejó "libertad a todos los jugadores" del Caja Rural para regresar a sus casas para pasar en sus domicilios la cuarentena. Una opción que solo eligieron cuatro de sus jugadores, quedando el resto de la plantilla (sin jugadores locales) en Zamora. "Hay nueve componentes del equipo en sus pisos y nos consta que están bien", afirmaba Teruelo, que subrayaba la importancia de la postura del club: "Lo primero es la salud de los chicos, el resto viene después".

Esa máxima, unida a la demora a la hora de encontrar solución a la temporada por parte federativa, ha llevado al Virgen de la Concha a una situación límite. "Estamos fuera de presupuesto ahora mismo", admite el presidente, explicando que "se han dejado de percibir determinados ingresos debido a la situación pero no por ello se dejará de cumplir con los jugadores". Y es que, la estancia (cuatro pisos) o la manutención se está manteniendo a todos aquellos que apostaron por seguir en Zamora durante el estado de alarma. Incluyendo aquellos de más lejos, siendo Jonas Overdahl el único extranjero que optó por regresar a su país en el último vuelo fletado por el gobierno noruego desde España.

Teruelo asegura que el club se mantendrá firme en su actuación si bien espera que "en mayor la situación mejore", y todos los componentes del equipo puedan regresar a sus casas cuando finalicen sus contratos. Fechas para la que parece imposible que pueda reanudarse la competición. "Creo que sería una locura porque, a día de hoy, muchos equipos están desmantelados ya. Además, habría que jugar partidos entre semana y para conjuntos más amateur eso es muy complicado", razonaba el dirigente de un Virgen de la Concha a la expectativa de lo que la FEB decida en estos días sobre el futuro de las ligas.

"Entendemos que la FEB tiene una papeleta difícil ante sí porque no hay una solución óptima y hay varias posturas entre clubes, pero la espera solo nos hace daño", recalcó Teruelo que, incluso, confesó haber expuesto a diversos clubes una alternativa para el conflicto. Una idea que muchos han visto con buenos ojos. "La propuesta partiría de suspender la liga y anular los descensos, ampliando el plazo de inscripción de la próxima campaña con la ampliación de plazas equivalentes a los posibles ascensos. Puestos a que los que podrían optar los clubes que crean poder hacer económicamente frente al salto y, entre los presentados, elegir por los méritos deportivos del presente año. Y la siguiente campaña, ajustar con más plazas de descenso", exponía Nacho Teruelo, presidente de un Virgen de la Concha que ve en esta alternativa "la menos dañina" para todos los implicados dentro de una crisis que su club aborda con firmeza.