En un momento de suspensión total de actividad. Así se puede definir el estado que atraviesa en estos momentos el deporte a nivel internacional, y es que la pandemia provocada por el coronavirus ha obligado a suspender campeonatos, aplazar competiciones y posponer hasta los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020. Un parón que afecta, evidentemente, a la realidad zamorana.

Clubes y deportistas se encuentran en un momento de incertidumbre, sin saber qué va a pasar con sus competiciones, aunque cada realidad es distinta.

Por un lado, está el fútbol. Todos los clubes de la provincia se encuentran sin actividad desde hace trece días, en concreto desde el fin de semana del 14 y 15 marzo, cuando entró en vigor el estado de alerta decretado por el Gobierno. Por lo que respecta a la Tercera División, el Zamora CF, al igual que el resto, se mantiene a la espera de acontecimientos. Los rojiblancos, líderes y claros candidatos al ascenso a Segunda B, ya han tenido que aplazar tres jornadas. Desde ahora y hasta la nueva fecha impuesta por el Gobierno (12 de abril), el equipo verá pospuestos otros tres enfrentamientos, siempre y cuando en esa fecha se levante el estado de alerta, aunque a juicio de muchos a partir del momento en el que se reinicien las ligas haría falta, como mínimo, otras dos semanas para recuperar el ritmo de competición. A partir de ahí habría que hacer frente a las doce jornadas que quedan por delante, más play-off, con calendarios ajustados aún por planificar y con la incógnita de la duración del confinamiento por resolver.

De lo que están muy pendientes en el club del Duero es de la forma en la que se va a acabar la competición. El primer equipo es líder y quiere acabar y que se celebre la fase de ascenso, sea cuando sea, y es que el director deportivo ya ha dicho que dejar la temporada en blanco sería pésimo para ellos. Será decisión de la Federación Española y dependerá mucho de los plazos y de lo que se alargue esta situación, pero parece claro que será complicado acabar todo antes del 30 de junio, lo que obligará con casi total seguridad a prolongar contratos. El COVID-19 también ha llevado a la entidad rojiblanca a ejecutar un ERTE entre 12 de sus 41 trabajadores, que verán reducida su actividad laboral de forma, eso sí, temporal.

El resto de clubes, con equipos en categorías regionales y provinciales dependientes de la Federación Territorial, siguen a la espera de instrucciones con dos jornadas pospuestas y otras dos, mínimo, por delante. En la Regional de Aficionados, el CD Benavente, el Villaralbo y La Bovedana son cautos, aunque como equipos "amateur" el "daño" es menor. En la Regional femenina también espera acontecimientos el Amigos del Duero, que aspira al ascenso, siendo conscientes de que Castilla y León seguirá las directrices de la Española, aunque a día de hoy nadie se aventura a asegurar si se podrán reanudar los diferentes campeonatos.

El mundo del baloncesto también se ha visto seriamente afectado por la crisis del coronavirus, incluyendo a los tres representantes zamoranos en ligas nacionales cuyas temporadas han quedado en "stand by" de forma diversa.

Uno de los más perjudicados, sin duda, es el CD Zamarat. Quesos El Pastor iba penúltimo en la Liga Femenina Endesa con un balance de 6 victorias y 16 derrotas pero había enlazado buenos partidos que le había permitido igualar cifras con CB Alqázeres (12º) a falta de cuatro jornadas. Todas ellas se han suspendido, alcanzándose la fecha del final de campeonato sin resolución clasificatoria.

En situación similar se encuentra el Caja Rural Virgen de la Concha. Los de Domínguez también figuran penúltimos en la tabla con un balance de 4-16. Eso sí, en su caso, además de los cuatro partidos aplazados, su liga (Grupo AB de Liga EBA) contaría con dos jornadas más de calendario al final del plazo de cuarentena actual.

Mucho más tranquilo respira el Innova Chef, salvado antes de que la crisis sanitaria cortara su intento por entrar en el play-off de ascenso a LEB Oro. Los zamoranos estaban en el noveno puesto del Grupo A1 de LEB Plata antes del parón, el receso más agresivo de todos pues impedirá jugar seis de las nueve jornadas previstas para el final de esta fase de la temporada.

Como en el baloncesto, la llegada del coronavirus también ha dejado en una situación compleja a los equipos zamoranos de balonmano inmersos en ligas importantes. Comenzando por el Zamora Rutas del Vino, décimo en División de Honor Plata pero a tres puntos del descenso antes de suspenderse el campeonato. Un torneo del que se han aplazado ya cuatro jornadas cuando restaban nueve fechas para su conclusión.

En el Balonmano Zamora, además, también se han interrumpido las temporadas de Moralejo Selección y el sénior femenino en sus momentos "cumbre". El filial, cuando estaba inmerso en semifinales de la lucha por el título en Segunda División, cuya final iba a jugarse el día 29 de marzo; y en el caso de las chicas, con tres fechas para acabar una Primera División Femenina en la que las zamoranas necesitaban un único punto para alzarse campeonas.

Al igual que las féminas pistacho, en el fútbol sala varios equipos zamoranos han tenido que cesar su actividad justo cuando acariciaban el título. El caso más trascendente, sin duda, es el del Desguaces Casquero que comandaba su grupo de Segunda División B con 13 puntos de ventaja a falta de siete jornadas. Fechas de las que tres citas ya se han suspendido.

También era líder en su liga el BetanDeal River Zamora, equipo de Regional que luchaba por subir a una Tercera División que se ha detenido por cuatro jornadas con el Fútbol Sala Zamora sexto y el InterSala Zamora, décimo. Ambos tienen cinco jornadas por delante a partir del 12 de abril.

Dentro del parón deportivo, el piragüismo es nombre propio en Zamora. Desde el aplazamiento del Campeonato de España de Invierno de Sevilla, al que iban a acudir todos los clubes de la provincia, todo ha sido un goteo de suspensiones y aplazamientos. Desde las regatas menores hasta los controles selectivos de cara a los Juegos, aunque el aplazamiento de Tokyo 2020 ha dado algo de respiro a los palistas. Entre ellos el zamorano Carlos Garrote, al que está situación le impidió participar en los controles internos para dirimir el K-1 200, el K-2 500 y el K-4 500 aunque ahora, sabiendo que los JJOO se posponen, gana tiempo y sobre todo garantías de llegar en las mejores condiciones. En Zamora la regata más inminente y que por ahora se mantiene en el calendario llega a finales de junio con el Descenso Ibérico y, sobre todo, el Campeonato de España de Ríos y Travesías.

Durante las últimas semanas también se han perdido otras competiciones, algunas de las más míticas y tradicionales en la provincia. Una de ellas es la Media Maratón que tuvo que ser pospuesta "sine die", al igual que otras pruebas de atletismo de carácter popular como la Marcha Puente-Mozar o la Villa de Fuentesaúco. No obstante, el mundo profesional también sufre el avance del coronavirus y los atletas zamoranos, con plaza, se han visto privados de los campeonatos de España y tampoco tendrá lugar el Iberoamericano, ni los Campeonatos de la Unión Mediterránea Sub-23.

Tampoco el ciclismo se ha librado de esta situación y, en Zamora, si hay una prueba que destaca sobre el resto es el Trofeo San José (antiguo Iberdrola), que viene siempre precedido del Trofeo Ayuntamiento. Este año, por primera vez, la serpiente multicolor no ha recorrido las carreteras de la provincia en los albores de la primavera, privando a decenas de ciclistas y clubes tomar parte en una carrera señera para el ciclismo amateur. No obstante, el director de la prueba espera poder celebrar esas dos pruebas en verano, uniéndolas a la Vuelta a Zamora.

La capital del Duero también iba a ser escenario de otras citas importantes a nivel deportivo a lo largo de los últimos días, eventos cuya realización queda ahora en el aire. Entre ellas destacan dos que iban a celebrarse entre los días 13 y 15 de marzo: la tercera fase de la Copa del Rey y de la Reina de Tiro Olímpico, con el Manuel Camba como testigo; y la quinta jornada de la Liga Regional en categorías benjamín y prebenjamín de natación con sede en Zamora ese sábado y, al día siguiente, en Benavente. Citas que el COVID-19 suspendió, como también con otras que estaban por venir como la final de la Copa de España de Rugby. El encuentro entre El Salvador y Alcobendas estaba fijado para el mes de abril pero ya se aplazó a septiembre, con los clubes negándose a terminar la temporada.

Jornadas de waterpolo, citas regionales de salvamento o encuentros de las diferentes competiciones y modalidades de pelota. Eventos y más eventos deportivos con presencia de clubes y deportistas zamoranos que desde el 13 de marzo se han visto aplazados y suspendidos a la espera del final del estado de alarma y la pandemia. Un desenlace cuya fecha es una incógnita, como los calendarios que dejará tras de sí el coronavirus en cada disciplina.