El Benavente cayó ayer derrotado por 2-3 ante el Mojados en un partido en el que los locales se sintieron incapaces de puntuar como consecuencia de las decisiones arbitrales. Polémica centrada en los tres penaltis no señalados a los benaventanos que, además, encajaron un gol en claro fuera de juego.

En pocas ocasiones las decisiones arbitrales han podido decantar tanto un resultado. En esta ocasión, el CD Benavente se veía perjudicado por los colegiados y acababa desquiciado con los encargados de impartir justicia sobre el terreno de juego. De ahí que, al final, tuviera que acudir la policía para escoltar al trío arbitral al abandonar el Luciano Rubio.

En un partido en el que el juego brillo por su ausencia, la polémica comenzaba cerca del minuto 10 de juego cuando los visitantes se adelantaban con un saque de banda rápido que Alejandro definía dentro del área. Una acción muy protestada por los rojillos ya que pedían falta previa al saque.

Tras el gol, el cuadro local comenzó a mandar sobre el verde y aunque el juego no era muy fluido, el peligro llegaba sobre el marco de Pablo a balón parado. Precisamente, a la salida de un córner, un defensa visitante sacaba sobre la línea un cabezazo de Pepe en la ocasión más clara de los tomateros. Antes del pitido final de la primera mitad, los locales protestaron un penalti sobre Rafa Vega que era derribado dentro del área en una acción a balón parado.

La segunda mitad acabaría desquiciando a los jugadores rojillos y su cuerpo técnico. Cerca del minuto 50, el juez de línea levantaba el banderín indicando fuera de juego del delantero visitante cuando un compañero le filtraba un pase a la espalda benaventana. El árbitro principal hacía caso omiso a su auxiliar y la jugada continuó con la zaga local parada. El balón terminaría llegando al ariete del cuadro vallisoletano que anotaba esperando ver su tanto anulado. Para sorpresa para todos, el árbitro daba validez al gol creando un ambiente de sorpresa y crispación entre los benaventanos que se volcaron sobre el juez de línea para protestar.

Tras semejante acción, el Benavente peleó por ganar pero ya tenía la mosca detrás de la oreja. Rodri recortaba diferencias a la salida de una falta y metía de nuevo a los locales en el partido. Y más se hubiesen metido si el árbitro hubiese indicado penalti sobre Javi en una internada del delantero, arrollado por el defensa visitante en el área. El árbitro no indicó penalti, sino que mostró cartulina amarilla al delantero del CD Benavente.

La pena máxima sí fue señalada después en un despeje de Rodri que contactó con un jugador de Mojados en área benaventana. Penalti y tercer gol del cuadro visitante que rompía el encuentro a falta de cinco minutos para el final. Los jugadores benaventanos se comían al árbitro y su auxiliar, lo que derivaba en un festival de cartulinas que acababa con la expulsión de Iván Pérez.

Cerca del minuto 90 de partido, Pepe anotaba un gran gol de falta directa para poner emoción a un final de encuentro que se alargaría hasta el minuto 96. Tramo en el que el Benavente tuvo el empate en otra acción en la que el meta visitante arrolló a un local en su remate sin consecuencias.