Una polémica decisión de la mesa de anotadores y cronometradores sentenció el partido a favor del Rutas del Vino (23-22) en el encuentro con uno de sus rivales en la lucha por la supervivencia, el Teucro pontevedrés que dominó en el marcador durante las primeras tres cuartas partes del encuentro disputado esta mañana en el Pabellón Angel Nieto.

Cuando faltaban 15 segundos para el final del encuentro, se produjo un contraataque del Teucro que fue detenido por los árbitros ya que había pedido tiempo muerto el entrenador zamorano, una versión que cada una de las partes defendió a su favor aunque finalmente, el 23-22 ya no se movería porque la pareja arbitral decidió dar la razón al equipo zamorano.

No fue sencilla esta victoria del Rutas del Vino porque no habían comenzado bien las cosas para el equipo pistacho que, pese a disponer de superioridad en los dos primeros minutos por expulsión del visitante Moyano, veía cómo el Teucro tomaba la iniciativa en el marcador con ventajas sucesivas de un gol. Tan sólo Guille mantenía el tipo en el BM Zamora frente a un rival que le obligaba a precipitarse demasiado en ataque. Se sucedían las pérdidas y los errores en el lanzamiento zamorano, y el histórico Teucro se escapaba con ventajas de dos goles y hasta de tres con el 3-6 tras una nueva pérdida de los de Leo Alvarez.

Los pistacho se encontraban además con un brillante portero pontevedrés, y Salazar desbarató varios ataques frenando los intentos de remontada zamorana. Afortunadamente, también comenzaba a encontrar el acierto Admella en la portería local y precisamente tras una parada del guardameta zamorano llegaba el gol de Ramiro que podía un esperanzador 6-7. Parecía que los de Leo Alvarez, con el respaldo en la portería, habían encontrado el camino para plantarle cara por fin al Teucro y Jaime, tras una gran asistencia de Iñaqui Gómez, reestablecía la igualdad en el marcador con el 8-8. Los empates se sucedieron en la recta final del primer tiempo, pero un par de despistes defensivos en los segundos finales permitieron a los gallegos escaparse de nuevo y hacer saltar las almarmas al descanso con un preocupante 11-14.

Y la cosa no mejoró tras el descanso porque el Teucro volvía a marcar de salida. Tres minutos tardó el Rutas del Vino en marcar con el 12-15 de Sarasola, pero Dzokic replicó rápidamente para volver a establece los cuatro goles de ventaja para el Teucro. Además Ramiro era expulsado por dos minutos. El equipo pistacho había perdido sus ideas en ataque y se veía obligado a agotar hasta el límite sus posesiones, condenado a depender casi exclusivamente en ataque de un Jortos que no acertaba en sus lanzamientos.

Leo Alvarez pidió un tiempo muerto en el minuto 38 y el Rutas del Vino pareció recobrar su capacidad para jugar en equipo, bien respaldado ahora en la portería por Barrientos. Y el punto de inflexión llegó en el minuto 41 cuando una acción por el ala de Ramiro no sólo supuso un gol inverosímil del argentino, sino también la expulsión de Pereiro primero y de Bujalance segundos después. Jortos cometía una absurda falta en ataque, pero el Rutas del Vino supo aprovechar su superioridad para situarse a un solo gol y volver a entrar en el partido con 18-19 tras dos goles a la contra de Cubillas.

Todo había cambiado y la actitud del Rutas del Vino era otra, incluso Cubillas firmaba también el 19-19 encabezando un parcial de 3-0 para los zamoranos que provocó un tiempo muerto del Teucro en el minuto 20. Fueron momentos de muchos nervios porque el final se acercaba y a ambos rivales les costaba ver portería, aunque Barrientos se encargó de compensar las deficiencias en ataque del BM Zamora con varias paradas de mucho mérito. Pero pese al 23-20 que lucía en el marador en el minuto 38, los nervios siguieron jugando malas pasadas al Rutas del Vino que entró con un gol de ventaja en el último minuto. Iñaqui perdía además un balón de oro y el fantasma del empate contra el Barcelona B sobrevoló el Angel Nieto. Entonces se produjo un contragolpe del Teucro que fue cortado por la mesa alegando que Leo Alvarez había pedido anteriormente un tiempo muerto.

La plantilla gallega en pleno se fue hacia la mesa de cronometradores a denunciar lo que a su juicio había sido una decisión injusta, y el entrenador gallego, Luis Montes, veía la tarjeta roja por sus airadas protestas. Los árbitros no ordenaron recuperar los segundos que se habían consumido en el contragolpe, y el marcador ya no se movió.