Quesos El Pastor consiguió ayer una victoria capital en su lucha por la permanencia en la élite del baloncesto español al derrotar por 50-53 al Nissan Al-Qázeres en un partido de muchos fallos y emoción hasta el final que resolvió Dornstauder. La pívot, imperial en este envite, selló junto a Jespersen un triunfo que deja la salvación a una victoria de distancia.

Las locales contaban con el triunfo para no pensar en el descenso y las visitantes ansiaban la victoria para tomar aire en su camino para salir del pozo. Necesidades opuestas que llevaron el partido a un carrusel de fallos y alternancias en el marcador. Una dinámica que mantuvo el duelo abierto hasta el final.

La tensión fue patente desde los primeros minutos, en los que hubo que esperar casi tres minutos y medio para ver la primera canasta, un tiro libre obra de la local Forasté que puso por delante a un Al-Qázeres que estiró, con el primer acierto de Ginzo, su primer parcial positivo.

Por fortuna, no tardó en reaccionar Quesos El Pastor. Y lo hizo otorgando a Dornstauder un papel protagonista dada su superioridad en la pintura. Cornelius estrenaba el casillero y su compañera canadiense ponía el 3-4.

La pívot naranja fue determinante, como demostró en el desenlace del periodo. Primero, con dos puntos bajo aro y, después, con una canasta con tiro adicional que hacía estériles los intentos de Ginzo (5-10, m. 9).

Quesos El Pastor empezaba a sentirse cómodo y, pese a los intentos locales por no perder comba, dominaba la contienda incluso con la llegada de los primeros cambios. Relevos entre los que destacó Jespersen, autora de los cinco puntos que aumentaron la renta naranja a ocho puntos antes del segundo cuarto (7-15).

Dispuesto a poner tierra de por medio, Quesos El Pastor mantuvo el pie en el acelerador. Hizo girar ataque entorno a la figura de Dornstauder, sin perder de vista a otros efectivos, y puso contra las cuerdas a un Al-Qázares obligado a parar el envite (9-22, m. 13). Sin embargo, ese parón, supuso un punto de inflexión en la contienda.

El receso fue como una pócima mágica para Nissan Al-Qázeres. De pronto, las cacereñas eran todo eficacia e intensidad defensiva. Dos robos de balón, tres canastas (dos triples) y el partido cambió tanto que, en apenas dos minutos, era Ángel Fernández el que detenía el tiempo (17-22, m. 16).

El parón solicitado por el técnico naranja no tuvo el efecto revitalizador del que gozó el anterior tiempo muerto. De hecho, y pese a que Dornstauder seguía engordando sus cifras, la revolución extremeña se afianzaba. Ginzo, imparable, encontraba apoyo en sus compañeras y, con algo de fortuna en algún tiro, Al-Qázeres remontaba y se iba al descanso por delante en el luminoso (31-28).

Era tan corta la ventaja local que, dada la importancia del envite y la tensión en pista, lo lógico era una segunda parte con alternativas como la que se acabó viendo. Un desarrollo que quedó confirmado cuando Mestres, con un triple, igualaba el envite al arranque de un tercer periodo en el que Dornstauder dejó paso a McPhee.

La americana, en pleno carrusel de fallos por parte de ambos equipos, devolvió la ventaja a Quesos El Pastor (31-33, m. 22). Sin embargo, entre defensas duras y posesiones interminables sin puntería final, las naranjas no pudieron distanciarse de un Al-Qázeres que encontró soluciones a la carrera. Así, y siempre con Ginzo como estilete, las cacereñas volvieron a irse en el marcador. Esta vez logrando cinco puntos de renta ante un Zamarat sin acierto en la línea de tiros personales.

Obligado a más, a sacudirse los nervios y resolver sus problemas en ataque, Quesos El Pastor entró en los diez minutos finales encajando dos puntos más. De hecho, tuvo que tirar hasta tres veces en la misma jugada para encontrar el aro por medio de McPhee. Sin embargo, esa acción alteró su rumbo.

Jespersen redujo diferencias a continuación y trasladó los nervios a un Al-Qázeres que pasó a depender de Ginzo. Con el rival cerca, Ángel Fernández olió sangre y pidió un tiempo muerto en el que dio instrucciones a las suyas, capaces de empatar el partido (46-46, m. 46).

Restaban cuatro minutos y el duelo se iba a jugar en los pequeños detalles. Un tiempo para mostrar corazón caliente y nervios de acero en el que las naranjas manejaron mejor las faltas o los tiempos de posesión. Factores que acabaron de ser decisivos cuando el duelo entre Dornstauder y Ginzo se decantó en favor de la pívot del Zamarat. La canadiense puso a las suyas por delante y, a falta de 37 segundos, Jespersen sacaba un "dos más uno" fundamental que hizo imposible a Nissan Al-Qázeres luchar por el triunfo. Eso sí, dos tiros libres de Simms le hicieron no perder el basketaverage al igualar la diferencia de la ida (50-53).