La tenista española Garbiñe Muguruza admitió que está "muy contenta con el comienzo del año" tras avanzar ayer a la segunda ronda del torneo de Dubai, una vez superado su "emocionante" debut ante la belga Kim Clijsters, quien regresaba a la competición siete años después.

La pupila de Conchita Martínez solventó en 97 minutos su debut ante la veterana jugadora por 6-2 y 7-6(6). Un duelo inaugural en Dubai al que llegaba tras caer a principios de febrero en la final del Abierto de Australia. "Estoy muy contenta con el comienzo del año porque normalmente es un poco difícil. He tenido varias lesiones en los últimos años, así que muy contenta de avanzar tan lejos, y tener esas victorias en el bolsillo", manifestó Muguruza.

Sin tomarse "tantos días libres como a veces haría" después de su derrota ante Sofia Kenin, la española asegura que comenzó a entrenar "enseguida" con la mira puesta en el torneo dubaití, que ayer arrancó con victoria. "Salí a jugar siendo humilde, para trabajar y recuperar mi ritmo. Es un partido nocturno. Solo pensando en tomarlo con calma", señaló.

Una primera ronda algo atípica al medirse con la tenista belga Kim Clijsters, de 36 años y exnúmero uno del mundo en 2003, que regresaba al circuito después de 2.728 días gracias a una 'wild card'. "Fue emocionante. La vi jugar cuando yo comencé en el Tour. Es una jugadora increíble. Fue un partido muy peleado y divertido de jugar", apuntó. La idea de Garbiñe, "emocionada" por ser la primera rival de Clijsters en su reaparición, fue evadirse de la anécdota y centrarse en su juego. "No podía pensar en lo que estaba pasando a su alrededor. Solo quería concentrarme en mí. Estaba pensando que no importaba quién ganase, tenía ganas de ver qué pasaba y lo tomé con calma".

"Ella tiene tenis de sobra. Estoy segura de que mejorará cada vez más y que nos dará muchos problemas. Creo que jugó muy bien después de todos estos años, de haber sido mamá, hay tantas cosas que le han pasado...", explicó.