La asfixiante defensa exhibida y el trabajo coral de un grupo liderado por un Jaime Fernández en estado de gracia bastaron al Unicaja para desarbolar al MoraBanc Andorra y, de paso, obtener su billete para su tercera final de Copa del Rey, en la que se jugarán el título con el Real Madrid (92-59).Los malagueños tendrán, quince años después, una nueva cita con la historia y frente al mismo rival ante el que levantaron su único título en 2005.