El Valencia Basket tratará de poner fin este jueves en los cuartos de final de la Copa del Rey a la racha de cuatro derrotas que acumula ante el Barcelona esta campaña y uno de los factores que intentará mejorar para lograrlo es la defensa del ala-pívot Nikola Mirotic.

Una canasta suya en el poste bajo a falta de tres segundos decidió hace unos días el duelo que mantuvieron en la Euroliga en La Fonteta y el técnico Jaume Ponsarnau la ha puesto estos días como ejemplo de que deben mejorar la defensa individual sobre él pero también el trabajo de equipo, pues en esa acción no hubo ninguna ayuda.

El conjunto valenciano se aferra al hecho de haber competido en todos los partidos ante el conjunto catalán para esperar un nuevo final apretado que esta vez caiga de su lado, por un mayor acierto pero también por la mayor presión que tiene el Barcelona, principal favorito junto al Real Madrid.

El equipo valenciano llega a esta cita respaldado por el hecho de estar séptimo clasificado en la Euroliga, siendo su gran objetivo de la campaña acabarla entre los ocho primeros, y tras haber ganado sus dos últimos encuentros, ante el Bayern Múnich en el torneo europeo y frente al Movistar Estudiantes en la ACB.

En ambos casos ha conseguido sacar adelante los partidos pese a un mal juego evidente y transmitiendo la sensación de conseguir ser competitivo pese a acumular mucho desgaste mental.

A esa falta de frescura ha contribuido el hecho de no poder contar en las últimas semanas con el base Sam Van Rossom y con el escolta Jordan Loyd, dos de los jugadores que más facilidades tienen para crearse sus propios tiros en ataque.

Ambos serán baja también en esta Copa del Rey, lo que reducirá a doce el número de jugadores que tiene disponibles Ponsarnau y le evitará tener que hacer un descarte técnico pese a que otros como Guillem Vives, Vanja Marinkovic, Louis Labeyrie y Maurice Ndour arrastran diferentes problemas físicos.