Encuentro sin demasiada historia. Sin demasiada por no decir que sin historia a secas. Y es que el marcador final explica sin ningún tipo de duda lo que fue el partido que el Desguaces Casquero disputó en Lugo: 4-21. Solamente un jugador visitante fue capaz de meter más goles que todo el conjunto anfitrión. Charlie se apuntó hasta media docena de dianas en su cuenta particular. Mientras que el cuadro local súnicamente pudo marcar cuatro tantos a lo largo de los cuarenta minutos, y tres de ellos fue ya en un insulso tramo final.

La contienda estuvo igualada hasta los cinco minutos de juego. En dicho momento del encuentro ya se habían firmado cuatro goles, tres para el Desguaces Casquero y uno para un Prone Lugo que contestó el primer arreón visitante. El doblete de Charlie con el que el conjunto blanquiazul se marchó un poco en el marcador lo contestó Quintela poniendo un emocionante 1-2 que para nada hacía indicar que el duelo se acabaría desarrollando de la manera en la que lo hizo.

El Desguaces Casquero siguió a lo suyo, marcando goles. Y es que prácticamente cada vez que se aproximaba a los dominios de Ferreiro, la jugada terminaba con el guardameta local recogiendo el balón del fondo de las mallas de su marco. Además, hubo una roja directa a Vázquez, que tratándose de uno de los mejores jugadores del Prone Lugo, hizo que los locales se vinieran completamente abajo hasta el punto de parecer querer dejar de competir en mitad de la contienda.

Esa sensación se acabó plasmando en el resultado del partido. Y es que al descanso se llegó con un resultado que perfectamente puede tratarse de uno final, de cuando el encuentro ya ha terminado. A los veinte minutos de juego el marcador reflejaba ya un aplastante 1-12 que terminó siendo muy corto respecto a como acabó la contienda. Antes de que los equipos enfilaran el camino hacia los vestuarios el Prone Lugo ya lo intentó a la desesperada yendo de cinco. Pero esa carta no hizo más que empeorar las cosas. Unas cuantas recuperaciones en defensa del Atlético Benavente en esos instantes hicieron que el marcador se disparara.

Y la cosa no mejoró tras el descanso. En siete minutos cinco goles más por parte de un Atlético Benavente que pese a levantar el pie del acelerador y de bajar alguna marcha por cómo estaba viendo a su rival seguía marcando. Uno de los goles más espectaculares fue el 1-18 que llegó instantes después, obra de Ángel. Ángel Jiménez empalmó una espectacular volea en una jugada de estrategia que se coló por la mismísima escuadra de Ferreiro.

Sin querer hacer sangre, pero sin tampoco bajar tanto el ritmo como para que sea una desconsideración y una falta de respeto hacia el rival, el Atlético Benavente siguió anotando un gol tras otro. No fue hasta los minutos finales que el Prone Lugo pudo hacer subir tres goles más en su casillero. Pereira hizo un triplete con el que el conjunto de casa maquilló, si es que en un partido en el que se encajan más de veinte goles se puede maquillar de alguna manera, el resultado final.