Brillante victoria a domicilio del Innova Chef ante un rival directo como el Basket Navarra con la que el equipo zamorano sella su pase a la fase por el ascenso y al tiempo se asegura la permanencia un año más en la división de bronce del baloncesto español. El conjunto zamorano fue siempre mejor que su oponente y tras una primera parte más igualada, sentenció después del descanso y mucho antes de la conclusión del partido. El choque comenzó intenso e impreciso, con una pérdida y una contra pérdida inmediata más algunas finalizaciones ofensivas muy malas. También, y en parte debido a los numerosos errores, con una dura lucha bajo los aros, especialmente en el navarro con Hernández Sonseca en batalla constante ante Iza y Nicholas, con 4-4 en el minuto cuatro sin que nadie consiguiera poner orden. Poco después se verían las primeras rotaciones, unos cambios que sirvieron a los rojillos para presionar a toda pista a un quinteto zamorano que ofreció un recurso más con los dos primeros triples de Canda porque, aunque Narros respondió de igual manera, a la siguiente el Basket Navarra perdió la renta de cuatro puntos y el CB Zamora remontó después de varios minutos a remolque, 13-14 en el siete. El luminoso bailó arriba y abajo -ahora triple de Cabral-, pero en ese desorden el Innova Chef se movió mejor y, con Libroia dirigiendo y Canda en racha, marcó una máxima, 17-21 a falta de minuto y medio y tiempo muerto local que al final del primer cuarto quedó en 20-23.

Los zamoranos siguieron apretando mucho en defensa en el comienzo del segundo cuarto, dejaron a los pamploneses sin puntos durante más de dos minutos y con Libroia en la dirección, firmaron un llamativo parcial de 0-9, 20-32 tras un triple de Mendicote, que suponía un punto de inflexión en el enfrentamiento y que obligaba al técnico local, Xabi Jiménez, a realizar una generosa rotación. El partido se endureció y Narros frenaría la deriva navarra con un afortunado enceste de tres desde la esquina, pero el Innova Chef no se arrugó en el cuerpo a cuerpo y además dejaba mejores sensaciones que su oponente en cuanto a tranquilidad, algo que podría ser transcendental en un duelo de tanta importancia y todo ello con la grada enfurecida pitando todas las decisiones arbitrales, y así se alcanzó un 25-41 superado el ecuador tras una técnica a los locales. Todavía se quedaría el Basket Navarra otro minuto sin anotar, lo que obligó a su entrenador a parar de nuevo el partido, y la máxima visitante se mantendría hasta un par de minutos de la llegada del descanso. Pero entonces los zamoranos perdieron de golpe la calma que hasta entonces desprendían y literalmente tiraron por la borda gran parte de la renta en un final aciago. Al descanso 41-46 y gracias a un canastón individual sobre la bocina de Libroia.

Un triple de Samar en el primer ataque y una excelente canasta en transición tras rebote defensivo de los blancos suponían un gran reinicio, 41-51 en apenas un minuto, pero el Basket Navarra daba otro arreón y con Narros y Hernández Sonseca haciendo de las suyas, volvía a hacer la goma. Aún así y llegados al ecuador del periodo el choque amenazaba con romperse de lado zamorano pues Samar seguía fino y Canda hacía mucho mal desde la media distancia, con el tiro y asistiendo a un Namdy Okonkwo que machacaba el aro con violencia a la menor oportunidad. 50-61 y tiempo muerto pamplonés. Jugando en bonus el equipo navarro no conseguía cerrar su pintura y ahora cualquier error arriba suponía una canasta fácil a la carrera de su rival. 55-72 a falta de dos tras triple de Libroia en su regreso a la pista. De ahí al final el panorama no varió apenas y el Innova Chef encaraba el último y definitivo cuarto en muy buena disposición para sellar el pase a la fase por el ascenso, 59-74.

Con dos triples consecutivos y en los primeros compases del local Doche el B. Navarra quemaba sus naves en busca de una remontada muy complicada. En realidad imposible porque el Innova Chef seguía jugando con mucho criterio en ataque y eso martirizaba a un rival -67-83 en el minuto 33- que veía que el tiempo pasaba y la distancia no menguaba lo suficiente como para soñar. Los locales lo intentaron todo pero hasta en el cuerpo a cuerpo tenían cumplida respuesta de un quinteto zamorano que se mostraba rocoso y en todo momento muy tranquilo hasta el final.