Entró en la Plaza Mayor sin hacer ruido por detrás del Ayuntamiento de Zamora pero el revuelo estaba asegurado. Medio millar de personas y más de un centenar de motos esperaban a Sara García dispuestos a celebrar por todo lo alto su éxito en la última edición del Dakar 2020 con un acto en el que, la primera mujer en terminar el raid más duro del mundo sin asistencia en la categoría de motos, recibió la enhorabuena de las instituciones y el cariño de todos los presentes.

Desde que puso un pie en el corazón de Zamora no paró de saludar a amigos y vecinos. La ingeniera de 31 años no paró de sonreír y de hacerse fotos con todo el mundo, compartiendo su logro mucho antes de iniciarse el acto de homenaje que condujo Enrique González sobre un escenario situado para la ocasión. De hecho, la zamorana tuvo que salir por piernas hasta el final de la Plaza Sagasta para hacer el paseo entre sus vecinos camino de su homenaje.

La celebración fue sencilla pero sincera. Gestos en forma de un pequeño palomar y un ramo de flores por parte de Diputación y Ayuntamiento de Zamora; un poema por parte de unos de los aficionados más veteranos y los aplausos de cada uno de los presentes cada vez que finalizaba sus intervenciones. Media hora de homenaje en la que Sara García agradeció el afecto de los presentes, recordó a los fallecidos Gonçalves y Straver y manifestó su intención de pelear por el próximo Mundial de Bajas en cada una de las siete pruebas en las que se dividirá en este 2020.

Tras recordarse sus inicios, relatar su ya notable palmarés y posar para las cámaras, García bajó del escenario para atender a la prensa y volver a lo suyo: compartir minutos con cada uno de los amigos y aficionados sitos en la Plaza Mayor.

"Es increíble este recibimiento", reconoció justo después de acabar la celebración, señalando que pese a tener la agenda bastante ocupada estos días la visita a Zamora "es más que obligada" tanto por "el apoyo incondicional de la gente y de las instituciones como de aquellas empresas y comercios pequeños que han estado siempre ahí". Palabras a las que sumó su deseo de ayudar a "poner a Zamora en el mapa" de la actualidad y del turismo nacional, mostrando el orgullo que siente por su tierra. Ese sentimiento del que ha hecho su bandera en tierras lejanas y que ha conseguido adornar con un gran hito deportivo.