El Real Madrid se situó ayer como líder de la Primera División gracias a un cabezazo de Nacho en el minuto 78, que acabó con el sueño de lograr, al menos un punto, de un volcado Real Valladolid, que salió con valentía pero que no supo hacer daño en el plano ofensivo.

El conjunto vallisoletano se afianzó en el centro del campo, con Joaquín situado entre la zaga y esa zona caliente, en la que se hacía fundamental no perder balones, frenando a base de garra y concentración a los blancos.

Ninguno de los dos equipos lograba llegar con peligro pero, en una falta, Kroos encontraba a Casemiro, quien entró de cabeza, para superar a Masip. El gol cantado duró poco, porque el VAR determinó que se había producido fuera de juego y el colegiado lo anuló con determinación.

Los vallisoletanos respondían a ese primer aviso del cuadro merengue con un intento de gol olímpico de Míchel, que tuvo que desviar Courtois. Pero lo cierto es que apenas se llegaba al área visitante y, cuando se alcanzaba, no implicaba demasiado peligro para la defensa del Madrid.

Eso sí, tampoco los de Zidane hacían méritos para inaugurar el marcador por lo que el 0-0 permaneció al paso por vestuarios.

Tras la reanudación, el Madrid salió con mayor intensidad y el juego se trasladó al área blanquivioleta. Así, Rodrygo sería el primero en intentarlo, con un potente disparo que detuvo Masip.

Le sucedió Benzema, con un flojo lanzamiento, y continuó Isco, con la ejecución de una falta peligrosa en el balcón del área. De nuevo Benzema, con un remate de cabeza que tampoco encontró portería, buscó el gol pero el camino hacia la victoria del líder no se allanaba.

Aunque los vallisoletanos seguían luchando para frenar al gigante, el Madrid acumulaba ocasiones y, en la siguiente, Kroos encontraba espacio para acercarse al área local y dar un gran centro a Nacho, quien remató de cabeza a la perfección haciendo el 0-1 en el minuto 78.

Estaba claro que suponía un mazazo para un Real Valladolid pero, sin nada que perder, los locales se lanzaron con todo a por el empate y empezaron a rondar el gol. Su opción más clara se produjo en el minuto 87, con un remate de cabeza de Guardiola tras un saque de esquina que acabó en gol, aunque fue anulado por fuera de juego al Real Valladolid con la intervención del VAR sin que hubiera tiempo para más.