Absoluta paliza del Innova Chef a un Círculo Gijón Baloncesto que jugó su peor partido de la temporada. Los asturianos estuvieron desdibujados durante todo el partido y estuvieron lastrados por las infinitas pérdidas de balón. Con estos ingredientes los zamoranos finiquitaron el encuentro en el segundo cuarto y se divirtieron a costa a de los asturianos, que caen en su primer matchaball para tratar de meterse en los playoffs.

Ya desde el inicio se vio que el Círculo Gijón Baloncesto estaba algo descentrado. Este contrapunto con la habitual concentración zamorana ya avisaba de lo que estaba por llegar. Pero ni el más avispado podría haber imaginado un guion tan sonrojante para los locales. El Innova Chef encontró en varias ocasiones su máxima ventaja a lo largo del primer cuarto, donde Okonkwo sobresalió y dejó un gran mate a dos manos continuando un rebote ofensivo. Dos triples consecutivos de Gregorio Adón volvieron a meter en el partido al Círculo Gijón Baloncesto (19-22) pero al carrusel de lanzamientos lejanos se apuntó Zamar venciendo a la bocina del final de cuarto (19-25).

Los zamoranos siguieron aumentando su renta en la primera posesión del segundo cuarto. Javi Beltrán, con canastas consecutivas, consiguió castigar las pérdidas asturianas. El Innova Chef supuso a +12 tras una elegante bandeja de Canda. Los locales no estaban teniendo un gran acierto pero conseguían recolectar algunos rebotes ofensivos que, en condiciones normales, hubieran servido para comenzar a recortar distancias. Solamente desde los tiros libres estaba haciendo algo de daño (21-33). Los visitantes iban tan sobrados que hasta completaron un alley-oop con el gigante Okonkwo (21-35). El conjunto asturiano estaba siendo una fábrica de pérdidas. No acaba ningún ataque y por un robo que conseguía la buena defensa de Libroia se imponía. Robert Swift, desde los tiros libres, consiguió cortar, aunque fuera un poco, la tremenda hemorragia ocasionada por la ofensiva visitante (23-39). Ukawuba insufló algo de vida a los asturianos con seis puntos seguidos pero no fueron suficientes para acortar las distancias lo suficiente como para afrontar el segundo tiempo con demasiada esperanza (29-43).

Efectivamente no había demasiada esperanza. Y la poca que quedaba en el tanque asturiano los zamoranos la borraron de golpe. Libroia encadenó dos triples consecutivos (33-50) y luego Canda se unió también desde el perímetro para poner la veintena de puntos (33-53). El partido quedó bien rápido visto para sentencia y todavía quedaba un último cuarto que se iba a presentar intrascendente a no ser que algún jugador asturiano se pusiera el traje de superhéroe. Y visto lo visto no iba a ocurrir.