El Moralejo Selección encajó ayer una derrota por la mínima (21-22) ante el Aula-UEMC en un duelo en el que la mejor versión del filial pistacho se hizo esperar demasiado. Especialmente en el apartado de la eficacia ofensiva, prácticamente inexistente a lo largo del primer acto.

Tras los típicos minutos de tanteo en el que hubo intercambio de goles y alternancia en el marcador, los visitantes tomaron el mando del partido y establecieron una ventaja que bailaba entre los tres y cuatro goles. Una renta no muy preocupante que se incrementó superado el primer cuarto de hora.

En ese punto, la mala fortuna y la gran actuación del meta rival pusieron muy cuesta arriba la contienda para el Moralejo Selección. Defendía con cierto éxito pero, a la hora de encontrar el marco rival, carecía de acierto como demostró el hecho de poder anotar un único gol en los quince minutos restantes. Ni desde los siete metros o con superioridad numérica pudieron romper su gafe los zamoranos que se fueron al descanso perdiendo por 6-11.

Obligado a reaccionar, el cuadro de Margareto mostró un atisbo de reacción durante los primeros compases de la reanudación. Un arranque que Aula-UEMC cortó con nuevo parcial positivo que forzó al técnico local a solicitar un receso.

La interrupción resultó determinante. El filial pasó a jugar con una defensa más abierta, apostando por el avanzado, y comenzó a encontrar el gol que tanto le había faltado en la primera mitad. Así, paulatinamente, los locales fueron recortando distancias en el marcador hasta llegar con opciones a los últimos diez minutos e igualado a su rival a falta de dos y medio para el final.

Un desenlace en el que pagó el derroche de energía anterior para acabar de rubricar la remontada ante un Aula UEMC que se llevó los puntos en un discutido siete metros en los segundos finales.