El Zamora CF derrotó por la mínima (1-0) al único rival que no había derrotado en lo que va de Liga tras un partido jugado de poder a poder en el que las defensas se impusieron a las delanteras y en el que la clara superioridad zamorana en cuanto a recursos de juego no hizo justicia con el marcador final, un 1-0 que llegó en una jugada a balón parado al rematar Piña de cabeza una falta lateral.

No arriesgó lo más mínimo de salida el Zamora, hasta el punto de que, tras unos minutos de tanteo, fue el Burgos Promesas el que se apropió del balón y comenzó a jugar cada vez más en el campo zamorano. Los visitantes presionaban muy arriba con Cortés y Dava, al tiempo que achicaban espacios en la franja ancha y el Zamora encontraba muchos problemas para llegar por las bandas.

David Movilla presentó su disposición más habitual con cuatro defensas y dos hombres en punta, esta vez confió de salida en Borja Rubiato junto a Sergio García.

Estaba claro que los dos primeros clasificados del Grupo VIII se tenían mucho respeto, pero poco a poco, el Zamora se fue sacando de encima la presión visitante y comenzó a crear caminos por las bandas por donde llegar a la portería burgalesa. Comenzaron a producirse llegadas, pero el Burgos Promesas se defendía con eficacia, muy cerrado atrás.

El Zamora jugaba con el fuerte viento en contra que tampoco le ayudaba nada, frente a un rival que es además muy físico y que le disputaba mucho el balón en el centro del campo.

Y la primera ocasión llegó del bando visitante en un centro chut de Hinojosa que se envenenó, superó por alto a Jon Villanueva y terminó estrellándose en la base del poste; además el rechace lo recogía en la frontal el ex del Zamora, Alex Caramelo y obligaba a Villanueva a realizar una gran estirada cuando se cumplía ya la media hora de juego.

Replicó el Zamora pero Sergio García no acertó en un remate. El Burgos Promesas llevaba el partido a su terreno logrando que el ritmo del encuentro siguiera siendo más bien cansino e incluso perdiendo tiempo en cuanto se producía el mínimo contacto.

Pero el Zamora tiene muchos más recursos que el equipo que le persigue en la clasificación y buscaba crear peligro de todas las maneras posibles como en un balón largo que no cortó la defensa y permitió a Rubiato escaparse en solitario. El delantero rojiblanco fue derribado por el portero fuera del área y el árbitro interpretó que la falta debía castigarse con tarjeta amarilla. Fue la acción anterior a un avance de Vallejo por la derecha que centró y Garban estrellaba el balón en el portero Alex, y el rebote lo recogía ya casi sin ángulo Sergio García pero el balón rebotó en el poste y tampoco quiso entrar.

No comenzaron bien las cosas para el Zamora en la segunda parte, porque a punto estuvo de encajar el primer gol en una acción de Cortés por la izquierda que culminó con un centro medido a Barahona que remató desde muy cerca pero Jon Villanueva pudo impedir que el balón entrase en la portería. Movilla no lo veía claro y rápido reaccionó sacando a la cancha a Dani Hernández y a Guille Perero. Pasó entonces el Zamora a jugar con cuatro atacantes, lo que obligó a Vallejo a multiplicarse en el centro del campo. Y el Zamora encerró al Burgos Promesas en su campo, pero los centros al área no encontraban rematador. Este Zamora dispone de variados recursos para marcar y si en la primera parte las jugadas a balón parado no dieron su fruto, en el minuto 60 era Piña el que peinaba el balón en una falta lateral lanzada por Dani, para marcar el primer gol.

El Zamora no se contentó con el gol marcado y siguió buscando el segundo aunque no tardó en reaccionar en equipo burgalés con un remate de cabeza de Barahona que detuvo Jon Villanueva en una gran intervención. Pero los burgaleses acusaron en la recta final de la segunda parte el enorme desgaste físico y el Zamora tampoco pudo incrementar su ventaja pese a intentarlo en un par de oportunidades por ambas partes.